La narrativa histórica nos habla de hechos acaecidos en tiempo y lugar, que, dependiendo de su naturaleza puede envolver a personas, viviendas, animales, vegetación, atmósfera y aguas, aisladas, o de conjunto.
Corresponde al campo científico indagar la relación de causa y efecto en tales acontecimientos. Cuando en lo inmediato no se encuentran razones que expliquen de manera lógica ciertos hechos de relevancia social, la gente usualmente acude al mito para tapar el hueco de la ignorancia, el cual luego podría llenarlo la ciencia.
Viajamos de retroceso en el tiempo a la segunda mitad del siglo XX, para ser más preciso, entre el 14 y 17 de septiembre de 1963. El presidente constitucional de la República Dominicana, ciudadano Juan Bosch Gaviño, giraba una visita oficial en Ciudad de México a su homólogo el mandatario Adolfo López Mateo.
Una semana después de su retorno al país, el 24 de septiembre de 1963, día de la virgen de Las Mercedes era derrocado el primer Gobierno democrático elegido libremente por el pueblo dominicano, luego de una cruenta dictadura de treinta y un largos años.
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Con más de un siglo de anticipación había pasado a vivir a la tierra azteca nuestro Padre de la Independencia Efímera, José Núñez de Cáceres quien la proclamó el 1ero de diciembre de 1821.
Pedro Henríquez Ureña, pedagogo lingüista dominicano de dimensión latinoamericana, vivió en México de 1906 a 1914.
El 3 de septiembre de 1930 el ciclón de San Zenón entra a la República Dominicana y prácticamente destruye la primera ciudad del Nuevo Mundo creada por los colonizadores del viejo continente europeo. Apenas llevaba dos semanas de haber asumido el poder de la nación el general Rafael Leónidas Trujillo Molina, el 16 de agosto de 1930.
Cinco años después de la hecatombe atmosférica, el gobernante dominicano conseguiría que la capital pasara a llamarse Ciudad Trujillo por espacio de 26 años. Solamente después del magnicidio en 1961 volvería la ciudad primada de América a llamarse Santo Domingo de Guzmán.
El 22 de septiembre de 1998 el huracán George, categoría 4, con vientos de hasta 250 kilómetros por hora, afectó todo el sur de la República Dominicana causando grandes daños al país.
Más recientemente la tormenta Fiona se convirtió en huracán de categoría 1 afectando las provincias del este dominicano el 19 de septiembre de 2022.
Precisamente, para esa misma fecha, un terremoto de magnitud 7.7 sacudió el centro de México, justo cuando el país azteca recordaba el temblor de 1985 que tuvo un saldo trágico con miles de fallecidos. Otro 19 de septiembre, pero en 2017, otro sismo mató a unas 350 personas.
¡Septiembres trágicos para las tierras de Juan Pablo Duarte y de Benito Juárez! ¡Asombroso y misterioso! Posibles coincidencias históricas, como para que dos pueblos hermanos tejan mitos y creen lazos de cooperación mutua, que les ayuden a enfrentar, mancomunadamente, las caprichosas inclemencias y desastres naturales.
Esperamos que los avances científicos nos ayuden a entender estos fenómenos atmosféricos y telúricos que ya por tradición septembrina sorprenden y alteran el sosiego de sus habitantes