Redacción deportes. La estadounidense Serena Williams defenderá en su mejor momento el título del Abierto de Australia ante la alemana Angelique Kerber, séptima favorita, quien saltará este sábado a la pista “sin nada que perder».
Kerber, que estuvo cerca de la eliminación en su primer partido en Melbourne Park -salvó una bola de partido ante la japonesa Misaki Doi-, saltará a la pista del Rod Laver Arena sin presión alguna pese a encontrarse ante el partido más importante de su carrera WTA.
“No tengo nada que perder. Eso significa que saldré y trataré de jugar como sé, sin presión alguna”, afirmó la tenista de Bremen en la conferencia de prensa previa a la final. No obstante, Kerber intentará “saltar a la pista para tratar de tener alguna opción” y a luchar por el título.
“Sé que la gané una vez, así que puedo volver a conseguirlo, pero para ello tengo que jugar mi mejor tenis”, dijo. La alemana venció a Serena Williams en los cuartos de final del torneo de Cincinnati en 2012. En las otras cinco ocasiones en las que se han encontrado salió triunfadora la estadounidense, que se ha mostrado prácticamente intratable.
“Serena está jugando muy bien y sé que debo estar preparada para afrontar un partido contra la mejor jugadora del momento. Es la número uno, la campeona, lo ha ganado todo”, comentó Kerber, quien admitió que el año pasado ganó en confianza y que ello le permitió llegar a estar entre las diez primeras del mundo. Ahora está entre las cinco mejores.
Serena busca su vigésimo segundo trofeo de Grand Slam y su séptima corona en el Abierto de Australia. La estadounidense ratificó que está incluso mejor que en su gran 2015. La norteamericana aseguró que está disfrutando de cada partido y que tiene una gran ilusión por esta nueva final ante una rival que “estuvo increíble” cuando la venció en Cincinnati.