El Viernes Santo se constituye en una de las fechas más significativos para la iglesia Católica, representando la muerte y resurrección de Jesucristo, eventos que se conmemoran con tradiciones religiosas como el Sermón de las Siete Palabras.
En este discurso, se representan las últimas expresiones del Hijo de Dios, al momento de su agonía en la cruz, interpretado por los sacerdotes cada Viernes Santo.
En la República Dominicana, tradicionalmente, se utiliza el sermón para describir la realidad social y hasta política que vive el país, constituyéndose en un escenario de critica religiosa y con un mensaje de reflexión.
Pero ¿Qué es el Sermón de las Siete Palabras?
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La interpretación del Sermón de las Siete Palabras de Jesús crucificado antes de morir, se ha constituye en el espacio más idóneo para que la Iglesia Católica aborde los principales males del país y alertar sobre la necesidad de preservar los valores espirituales y cristiano de la sociedad dominicana.
Durante el Viernes Santo, los fieles recuerdan el drama de la Pasión y Muerte de Cristo. Es tradición acompañar este momento de oración con la meditación del Sermón de las Siete Palabras o Sermón de las Tres Horas.
Las “siete palabras” es como se denomina a las siete últimas frases que Jesús pronunció en la cruz, antes de entregar su vida para la salvación de la humanidad.
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Siete Palabras de Jesús
1- «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen»
Muestra el plan de salvación radica en la misericordia de Dios. Cristo se compadecía de los enfermos y los sanaba, de las gentes hambrientas y les daba de comer.
Jesús se refería a que los soldados, los fariseos, los escribas de la ley y todas las personas que pedían su muerte, no comprendían que a quién querían matar era al salvador del mundo.
2- «Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso»
Es la respuesta de Cristo a la súplica «acuérdate de mí, cuando vengas en tu reino» del ladrón arrepentido. Con ello se interpreta que le asegura la salvación sin que para ello haya obstáculo en sus pecados anteriores, por la fe que ha puesto en Jesucristo.
3- “Mujer, ahí tienes a tu Hijo… Hijo, Ahí tienes a tu madre”
Una primera señalización que ve este pasaje en sentido ético y social es: Cristo entregó el cuidado de su madre al discípulo amado, cumpliendo un elemental deber filial. Se ve la enseñanza de atender «las cosas del reino» (a las que es enviado Juan), sin desatender las responsabilidades asignadas desde antes; si amamos a Dios, amamos a nuestro prójimo y le atendemos, pero primeramente lo haremos con los más cercanos.
4- “¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?”
Para la teología, Jesús se ha entregado libremente al sacrificio por la humanidad, y en su naturaleza humana se siente abandonado, como había expresado en Getsemaní. Él es el Siervo Sufriente de Dios, pero finalmente acepta el sacrificio vicario para con la humanidad. El sufrimiento de Cristo simboliza también el sufrimiento del ser humano aún en la mayor de la fe.
5- «Tengo sed»
Se interpreta como expresión de dos tipos de ansia de Cristo en la cruz. En primer término, de la sed fisiológica, uno de los mayores tormentos de los crucificados. En sentido alegórico, como la sed espiritual de Cristo de consumar la redención para la salvación de todos.
6. «Consumado es«
Lo que Jesús nos estaba diciendo con esta frase es que no hay nada más que agregarle al sacrificio, ni a la obra redentora de la cruz. Se ha terminado la obra en ese momento, estaba perfectamente terminada. No hay obra que usted pueda hacer que lo salve.
7- “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”
En última palabra, Jesús básicamente lo que hizo fue entregar su alma a donde pertenece, el cielo. Con esta palabra, Jesús se aseguraba de que Dios se haría cargo de resucitarlo al tercer día, tal y como se había establecido desde el principio.