La llegada del Internet ha cambiado la vida del ser humano, está presente en todo, incluso en el acto sexual, lo que ha dado lugar al nacimiento de fenómenos como el sexting.
Quizás el término sexting no sea muy conocido por su nombre, sin embargo mucha gente lo practica. El sexting, anglicismo que viene de sex (sexo) y texting (mensajear), se define como el intercambio de contenidos eróticos o pornográficos por medio de teléfonos celulares, ya sea en forma de texto o multimedia (imágenes, audio, vídeos, animaciones). Esta práctica ha crecido y se está volviendo frecuente entre los jóvenes, en especial adolescentes.
Para el reconocido psiquiatra Secundino Palacios, el deseo de muchas personas, sobre todo adolescentes, de grabar o fotografiar el contacto físico propio o de otras personas es el fruto de la falta de educación sexual que existe en el país.
“El problema no es el internet, es el uso que se le da a esa herramienta por desconocimiento”, sostiene.
Así mismo advierte que la faltas de políticas públicas para implementar educación sexual en las escuelas, por parte de las instituciones correspondientes, entre las que citó los ministerios de Educación y Salud Publica, es la principal razón por la que muchas personas no ven el intercambio sexual como algo normal, natural.
Así mismo el especialista de la conducta humana criticó que la familia no enseña a temprana edad a las niñas y niños las partes de su cuerpo y para qué sirve cada una, a fin de que éstos no permitan que extraños pongan las manos en sus genitales y prevenir que el menor caiga en juegos tan peligros como el sexting. “La orientación sexual es un arma de prevención”, afirma.
La dinámica. La dinámica del sexting sería la siguiente: la persona se filma con su smartphone, tablet o cámara web mientras se desviste, juega, hace poses sensuales, se masturba o tiene sexo con otra persona. Luego esto se envía o bien hay alguien del otro lado mirándolo y grabando en vivo.
Según explica Palacios aquí entran varios factores, el morbo de compartir esa experiencia con otras personas o el morbo patológico de recurrir a estas escenas para poder alcanzar el deseo y la satisfacción sexual.
El doctor Secundino Palacios advierte que esas persona necesitarán asistencia psicológica.
Factores que inciden. Con relación al tema Ana Simó, terapeuta familiar y de pareja, sexóloga y directora del Centro Vida y Familia, explica que entre las razones que llevan a una persona a grabar y tomar fotos del acto sexual está el sentirse excitado ante la exposición, también sentir que puede gustarles a otras personas.
“En la sexualidad todo es normal si a ambos les gusta y desean practicarlo”, explica.
Una persona que se ve expuesta en las redes sociales de esta forma presenta problemas en el trabajo, la familia y en ambiente social, Simó dice que afecta muchísimo, pues es un acto entre dos “y al momento de exponer a la mujer, se le traiciona, se abusa de la misma y conlleva vergüenza y depresión en la mujer”.
Así mismo explica que incluso algunas personas pueden presentar desconfianza y hasta un bloqueo ante el encuentro sexual, pero que esto al trabajarse terapéuticamente se corrige.
Para seguir adelante las víctimas de sexting lo principal, recomienda la terapeuta Simó, es la terapia “en la cual buscamos que no se sienta culpable, pues ya el pasado no se puede cambiar. Así mismo buscar cuál fue el aprendizaje de esa situación y entender el porqué lo hizo, para seguir adelante y prevenir casos parecidos”.
Grabar vídeo de contenido sexual casero es más común de lo que se cree , en ese sentido Ana Simó sugiere que si utilizan este recurso debe existir un acuerdo que luego del acto, se deben borrar los vídeos o fotos, frente a la otra persona.
Delito. Es importante destacar que subir a web vídeos de esta naturaleza tiene implicaciones legales y este tipo de acción es calificada como delito de alta tecnología.