Si en el 2021 no se logra una reforma fiscal, el gobierno deberá hacer modificaciones impositivas importantes para enfrentar la carga fiscal que representará el servicio de la deuda.
La afirmación fue hecha por el coordinador de la Escuela de Economía del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), Rafael Espinal, quien resaltó que la reforma fiscal ha sido propuesta desde hace diez años.
Expresó que el próximo año el país tendrá un déficit fiscal importante, superior al 3% del producto interno bruto (PIB), lo que obligará a un nuevo endeudamiento.
Señaló que el país tiene un déficit fiscal generado por la caída del consumo y recordó que los impuestos indirectos son la principal fuente de recaudación del gobierno a través del impuesto a los combustibles y al Itbis.
“Una economía que crece en base al consumo se ha visto muy afectada por la pandemia del covid-19 y esto ha creado un déficit fiscal sin precedentes, superior a los 400,000 millones de pesos”, sostuvo el presidente electo del Colegio Dominicano de Economistas.
Recordó que el gobierno de Luis Abinader ha colocado US$3,800 millones en bonos soberanos y al final del año el país tendría un aumento en el financiamiento de unos 9,000 millones de dólares, lo que aumenta el riesgo país y crea una presión fiscal hacia los próximos años por el servicio de la deuda.
Expresó que ahora mismo no hay presión sobre la cotización del dólar, porque la colocación de los bonos soberanos ha mantenido altas las reservas internacionales del Banco Central, por lo cual cuenta con suficientes recursos para enfrentar cualquier presión cambiaria.
Sin embargo, esa situación a mediano plazo tiene riesgos, porque el endeudamiento es la fuente principal de incremento de las reservas internacionales netas del Banco Central, señaló.
Planteó que cuando se gaste ese dinero, las reservas internacionales del Banco Central volverán a caer y generarán presión sobre el dólar, provocando una depreciación del peso.
Consideró que ese equilibrio que se mantiene en la política cambiaria está siempre sobre la mira de las autoridades del Banco Central.
“A mediados del año próximo probablemente tendremos incremento en las tasas de interés para poder contrarrestar el alza del dólar”, vaticina.
Recordó que la crisis económica y las medidas que se han adoptado para aplacar el coronavirus han ocasionado a la economía una caída del PIB superior al 6%, de acuerdo a todas las previsiones de los organismos internacionales.
Señaló que el futuro de la economía dependerá mucho de cómo el país puede contar con reformas fiscal y eléctrica y recuperar el potencial que tiene el turismo para el año próximo.
Recordó que el turismo, que es un importante generador de divisas, prácticamente ha colapsado y no hay manera de predecir cuándo se restablecerá.
Debido al encadenamiento con otros sectores, la caída del turismo afecta la agricultura, la construcción y el sector industrial, dijo el economista.