El aviso alteró el entusiasmo provocado por el éxito de las elecciones celebradas el 15 de marzo. El personal que integra las 158 juntas electorales, siempre dispuesto a trabajar, se disponía a continuar los preparativos para las próximas elecciones generales ordinarias, pautadas para el día 17 de mayo.Igual hacía el incansable equipo de la Dirección Nacional de Elecciones, Informática, Coordinación de Juntas, Inspectoría, equipo que vilipendiado como estaba, luego de los acontecimientos del 15 y 16 de febrero, organizó en 14 días las elecciones extraordinarias municipales.
El irremediable parón, ordenado mediante oficio, el 18 de marzo, por el presidente de la Junta Central Electoral-JCE- Julio César Castaños Guzmán, conmovió. Todavía no concluía la relación definitiva del cómputo y la suspensión de labores en la JCE como “medida preventiva ante la presencia del coronavirus -Covid-19” frenaba el proceso de forma abrupta. El Pleno y las Direcciones imprescindibles para la validación de los boletines y evaluar la continuación del proceso electoral en marcha, continuaron laborando, igual que el personal sin riesgo de las juntas electorales.El estado de emergencia dictado mediante decreto el 19 de marzo, produjo restricciones necesarias. Concluido el cómputo de las elecciones extraordinarias municipales, el 25 de marzo, la JCE solicitó“a todos los partidos políticos” su opinión para la nueva calendarización de las elecciones. Ponderadas las opiniones solicitadas, el 13 de abril la JCE emitió la Resolución 42-2020 “Sobre Posposición a Causa de Fuerza Mayor por Emergencia Sanitaria de las Elecciones Ordinarias Generales Presidenciales, Senatoriales y de Diputaciones de la República Dominicana.” La nueva fecha: 5 de julio. Para discutir el protocolo sanitario, la tecnología a utilizar, la situación del voto en el exterior, fueron convocados los presidentes de los partidos políticos reconocidos que concurrirán a las elecciones del domingo. Convocatoria indelegable que no todos obtemperaron. El 5 de mayo fue esa primera reunión. El ambiente tenso, como si nada hubiera existido en marzo y menos el 24 de abril cuando 158 alcaldes y 235 directores de Distritos Municipales asumieron sus funciones. Nunca, antes ni después, la JCE estimó la posibilidad de no celebrar elecciones, nunca, el Pleno sopesó la circunstancia.Sin importar la evidencia, el mundo mediático difundía y avalaba una especie inexistente. Demoledora la influencia de la sinrazón. En ese primer encuentro, el presidente de la JCE proclamó contundente “Sí o Sí habrá elecciones el día 5”, empero, se quedó sin eco afuera. Sí o sí que recibió “in situ” rechazos virulentos con presagios de catástrofe nacional. Sí que no detuvo la invectiva, aunque el trabajo desmentía la falacia. Sí, porque la Constitución y las leyes atribuyen a la JCE la facultad para organizar, dirigir y supervisar las elecciones y a las juntas electorales garantizar la libertad, transparencia, equidad y objetividad de las mismas. La JCE avaló desde el principio el sí o sí. Diseñó un protocolo sanitario acorde con las exigencias de la OMS,OPS,apegado a las recomendaciones de las autoridades sanitarias locales. Acató propuestas de órganos electorales, tal y como consta en “Garantías para Votar”, artículo publicado el día 1 de junio en este espacio. Sí o sí, porque la realización del voto en el exterior siempre ha estado y está en la agenda, pero las limitaciones de la pandemia obligan a respetar los mandatos de los estados receptores. Sí,a pesar de la judicialización. Sí, a contrapelo de los equívocos y lamanipulación desde la ignorancia y el más rapaz oportunismo de electores que alegan dislocamiento y olvidan que el empadronamiento en el exterior es voluntario. En consecuencia, las personas que manifiestan su voluntad de no empadronarse fuera del país, aparecen en el padrón de aquí. Sí o sí, porque las Resoluciones,sino son objeto de algún recurso,cuentan con el aval de los delegados políticosante la JCE. Por eso, las quejas de dislocamiento y alteraciones dolosas, las formulan adláteres.La JCE cree en la democracia, en la transparencia, en la participación. La cita es el domingo. Sí o sí.