“Nos movemos hacia adelante y nos transformamos en aquello en lo que pensamos.
¿No es hora de que nos detengamos a pensar en qué pensamos?”
Donm Cyhis (Tribu Mohicana)
La mayoría de la gente ha sido entrenada para seguir las reglas de los demás. El 99% de la población del planeta trabajará arduamente hasta la jubilación, sin siquiera lograr imaginar una situación económica diferente. La razón descansa en que suelen pensar que los asuntos de dinero se resuelven con dinero. Aunque el razonamiento parece lógico, lo cierto es que el dinero es tan sólo una representación simbólica del valor que nos damos a nosotros mismos.
Quien cree que trabajando más o gastando menos saldrá a flote, suele hacer las mismas elecciones que sus antepasados, repitiendo la historia una y otra vez. Somos energía. ¿Qué nos hace seguir enfocados en la materia? Creer que las soluciones están en el mundo físico es una manera segura de lanzarnos a un océano de impotencia y escasez, en el que iremos a la deriva.
Según los sufis, hay tres rangos para observarse a sí mismo: 1-lo que uno es, 2-lo que uno cree que es, y 3-lo que uno cree que los demás creen que uno es. La mayoría de las personas, quieren cambiar algún área de su vida: desean ganar más dinero, disfrutar de tiempo libre para hacer lo que les gusta, vivir con más seguridad, pasar una difícil prueba, lograr un ascenso, tener mejor aspecto físico o emprender un negocio.
Elegir la prosperidad ha sido uno de los cambios más extraordinarios que he hecho. Poder trabajar en lo que amo -y recibir dinero por hacerlo- es un valiosísimo regalo que me he dado, el cual disfruto cada día más.
Antes de eso, me sentía atrapada en una telaraña de pensamientos que por un lado me describían el tipo de vida que deseaba, y por otro lo imposible que era tenerla. Leí montones de libros de autoayuda que explicaban la “Ley de la Atracción”, y aunque deseaba vehementemente que funcionara conmigo, veía resultados sólo en cosas pequeñas.
Ahora puedo comprender que no podemos alcanzar el nivel que deseamos sin una transformación de consciencia, que nos permita sentir/pensar como sí ya estuviera realizado. Sin importar lo que estés viviendo, siempre es el momento correcto para hacer lo que es correcto, como dijo Martin Luther King.
La prosperidad es un proceso de sanación en el que vamos curando las heridas que nos separan de nuestro propio amor.Las fuerzas de esta sanación se despliegan circularmente, en ciclos ascendente. A veces, se requiere que nos apliquemos para mantener a raya las creencias limitantes, otras, es necesario trabajar con la adicción a la escasez y con los pensamientos de baja vibración que nos desvían del bienestar: críticas, rabia, rencores, juicios, apatía y culpas.
Muchas veces he tenido que trajinar con la organización, el manejo del tiempo y la procrastinación. En algunas fases he necesitado trabajar en mi productividad y en el manejo del dinero, haciendo compras inteligentes, planificando y revisando minuciosamente el balance de mis cuentas bancarias. En otras, la tarea mayor ha sido mantenerme motivada con frases inspiradoras, materiales interesantes y gente que cree en mí.
Para salir del paradigma de la escasez, es necesario retomar el poder con el que fuimos creados. Te comparto los siete pasos que me han servido, para elegir la prosperidad conscientemente. Si los pones en práctica, en poco tiempo tu situación cambiará considerablemente, por el simple hecho de estar en sintonía con el poder que mueve al Universo.
1-Pon en tu agenda el tiempo de diseñar la vida de tus sueños:
La mayoría de la gente gasta mucho tiempo del día respondiendo a lo que surge, y realizando actividades que no están alineadas con la dirección a la cual quieren llegar. Elige un horario para estudiar, leer y hacer las prácticas que despejarán los bloqueos que inconscientemente has puesto para separarte de la prosperidad. Es necesario que tengas el tiempo para imaginar, visualizar y diseñar la vida que realmente deseas.
2-Usa los recursos:
Luego de elegir el horario que vas a dedicar para transformar tu consciencia, debes seleccionar un programa que te haga más fácil la tarea. Tener organizadas las acciones que debes realizar, contar con ejemplos y ser guiado mientras llegas a donde deseas, hace más simple el camino. En mi caso, utilizo el programa “Rueda de prosperidad”, que está diseñado en doce lecciones una vez a la semana, con amenas grabaciones y un interesante material en PDF.
3-Utiliza el poder de las relaciones:
¿Alguna vez has tenido una necesidad que se haya resuelto por la ayuda de tus relaciones, o de las relaciones de alguien que conoces? ¡Yo sí! Contar con un grupo de personas alineadas con tus propósitos tiene un valor enorme. Adicionalmente, las redes sociales son una extraordinaria ayuda. Pertenecer a una comunidad que comparte tus intereses te permite contar con una organización, que potencia tus resultados con relativo poco esfuerzo. Inclusive, si enfocas las fuerzas el poder que tienen tus redes sociales se puede traducir en dinero.
4-Crea un plan de trabajo y síguelo:
Mientras transformas tu mente, concebir un plan de trabajo para mantenerte enfocado en la prosperidad, te permitirá realinearte las veces que sean necesarias. Seguir tu plan irá aumentando tu confianza y empezarás a avanzar con más destreza, como si se tratara de un videojuego de los que tienen varios niveles:
Primer nivel: la consciencia de prosperidad hará que el dinero que ganas te rinda más.
Segundo nivel: Atraes oportunidades que aumentan tu nivel financiero, a través de familiares, amigos ¡y hasta personas desconocidas!
Tercer nivel: Recibes regalos de valor inesperadamente
Cuarto nivel: Con el fin de fortalecerte y probar la eficacia de los recursos que conoces, atraes algunas pruebas, que te invitan a responder con desapego, humildad y fe, y te ayudan a recordar que el poder lo tienes tú y no lo que posees. Tal vez se te daña el carro, pierdes tu laptop o se cae un gran negocio.
Quinto nivel: Concibes ideas nuevas y creativas para responder al desafío y atraes más dinero.
5-Perdónate a ti mismo y perdona a otros:
Ninguna deuda es de dinero. Las deudas tienen su origen en el resentimiento y se eliminan cuando purificamos el corazón. Conozco gente que siempre está endeudada. Podemos ganar más dinero, recibir ayuda o cualquier otra cosa, pero hasta que no nos perdonamos y perdonamos a otros, las puertas de la prosperidad no se abren completamente. El perdón es un efectivo medio para limpiar el corazón, de manera que podamos sentir la felicidad que produce el estar listos para recibir lo bueno.
6-Sé agradecido:
Algunas personas me dicen que tienen escasez de dinero, sin darse cuenta que la prosperidad abarca el dinero, pero es mucho más que eso. El dinero es un medio para intercambiar agradecimiento. Alguien nos entrega algo (producto, servicio, etc), y a cambio entregamos dinero. Ser agradecidos nos coloca en un excelente lugar para manifestar prosperidad. Finaliza cada día haciendo una lista mental de las cosas que despiertan tu agradecimiento: desde el aire que respiras hasta haber comido en un exclusivo restaurante. A medida que hagas esto, tu consciencia de prosperidad irá en aumento.
7-Rodéate de un dream team:
Nadie prospera solo. Debes orar para que llegue a tu vida (o permanezca en ella) la gente que hace posible tu sueño. El Dream Team («equipo de ensueño») fue el sobrenombre de la selección de baloncesto de Estados Unidos, que ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos. Para lograr pasar al exclusivo grupo de personas que están dentro del 1% de la población del mundo, necesitamos un equipo de ensueño, que prospere junto a nosotros. Con éste, podrás compartir las nuevas comprensiones acerca de la prosperidad, implementarán los cambios necesarios y juntos aportarán un legado, para que más personas puedan despertar a la consciencia de amor que se requiere, para accesar a la Fuente de la prosperidad que no se agota jamás.