Este miércoles 19 es el Día del Cáncer de Mama, pero todo el mes de octubre se dedicada a su concienciación
Aunque una mujer puede estar padeciendo de cáncer de mama sin sentir el menor signo o síntoma, hay un sinnúmero de cambios físicos que sí podrían alertar de que algo anda mal con su salud.
Por eso, no hay que esperar a sentir ninguna señal anómala en su senos para acudir a su ginecólogo oncólogo a hacerse sus chequeos de rutina, ya sea semestral o anualmente debe hacerse, básicamente después de los 40 años de edad y antes si hay antecedentes familiar de la enfermedad.
Ahora bien, si sientes signos como: dolor persistente en uno o ambos senos, nódulos, bultos palpable, engrosamiento o hinchazón en las mamas o debajo del brazo (en las axilas), es momento de que visite a su médico para que analice las causas de dichas anomalías, las cuales no necesariamente tiene que ser un cáncer, sino que pueden ser causa de otras afecciones, pero vale la pena prevenir.
Conocer su cuerpo
Es muy importante conocer su cuerpo, palpar las zonas de las mamas al menos en la fecha de su período menstrual, para asegurarse de cualquier variación en las mismas, que no corresponda al tejido mamario normal.
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Otros de los signos a los que hay que prestar atención en caso de que aparezcan son: hundimiento, secreción del pezón de manera repentina; si sale sangre al apretarlo en una o en las dos mamas, pezón hacia adentro o invertido, lesión cutánea, irritación, una especia de hoyos, rugosidad (piel de naranja), escamosidad en las mamas…
Según un documento publicado por los Centros para la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, no existe un solo tipo de mama, por lo que, lo que puede ser normal en una mujer, podría no serlo para otra. Es decir, que el tejido mamario puede variar de una mujer a otra.
Durante los períodos menstruales, embarazos, subir o bajar de peso, la edad, pueden conllevar a cambios físicos en las mamas, aseguran los CDC en un artículo del Instituto Nacional del Cáncer.
Cualquier anomalía en una o ambas mamas, es importante decirlo a su médico para analizarlo y prevenir.