La violencia de la que son víctimas las mujeres no debe manejarse como un hecho aislado, que solo repercute cuando ocurren tragedias, sino que debe enfrentarse con políticas públicas que no sean coyunturales, que permitan mejorar la atención a las víctimas en los diferentes estamentos, y propiciar cambios positivos en la conducta de los agresores, afirmó la psicóloga Soraya Lara Caba.
La profesional de la conducta se expresó en esos términos al analizar los contextos sociales, emocionales y psicológicos que rodean el entorno de las mujeres agredidas física o psicológicamente por sus parejas o exparejas, y el rol que debe tener el Estado como garante de sus derechos.
Desde esa perspectiva considera que, aunque existe un órgano rector responsable de implementar las políticas públicas que generen los referidos cambios, que es el Ministerio de la Mujer, todavía hay vacíos o debilidades de otras agencias gubernamentales, y del sistema de justicia, en detrimento de las víctimas de violencia de género.
Lara Caba, quien preside el Patronato de Ayuda a Casos de Mujeres Maltratadas (PACAM), expresó que otro elemento que evidencia la falta de articulación en las políticas públicas respecto al tema, es que las mujeres que residen en ciudades alejadas de Santo Domingo y Santiago, no tienen el mismo acceso a los servicios de salud y del sistema de justicia.
“Inmediatamente una mujer pone una denuncia, se activa el Ministerio de la Mujer, pero el asunto es cómo se articula con el Ministerio Público, con el Poder Judicial, con el Ministerio de Salud Pública para el tratamiento psicológico, con Conani para la protección de los niños, entonces ese sistema se debe activar de manera espontánea, y eso no está ocurriendo”, refirió.
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Secuelas en Salud mental
Ante la gravedad de los casos Lara Caba entiende que la violencia contra la mujer se ha constituido en un problema de salud mental y de salud pública.
Así lo considera por el daño emocional que ocasiona a las víctimas el maltrato emocional, y las agresiones físicas y sexuales perpetradas por sus parejas y exparejas.
De ese cuadro el peor de los escenarios es la muerte de la víctima, lo cual deja repercusiones en los hijos, si los tiene, y en otros familiares cercanos, indica Lara Caba.
“La muerte es el último acto de posesión ante la negativa de las mujeres de continuar con la relación”.
Pero los maltratos constantes también podrían provocar intenciones suicidas, “para poner fin a su malestar psíquico, a la desesperanza, la impotencia y la indefensión”.
¿Víctimas de la justicia?
Lara Caba sostiene que el sistema de justicia es uno de los eslabones más importantes en la cadena de protección que debe articularse alrededor de las mujeres maltratadas.
En ese sentido afirmó que el sistema de justicia no está funcionando en favor de las mujeres maltratadas “porque no tenemos los jueces los suficientemente capacitados, concienciados y sensibilizados para comprender el fenómeno”.
Al plantear esa situación explicó que “Los jueces muchas veces alegan que el Ministerio Público no ofrece los elementos de prueba, entonces no tenemos un sistema articulado para enfrentar la violencia contra la mujer”.
Sin embargo planteó que el Ministerio Público no tiene fondos suficientes para enfrentar la violencia de género, y todos los fiscales no tienen las herramientas, las capacidades o la sensibilidad sobre la problemática para gestionar la persecución del delito.
“¿Tenemos psicólogos forenses entrenados, el mismo fiscal que persigue el delito de robo es el mismo que persigue la violencia de género? El asunto es que nos quedamos en Santo Domingo y Santiago, pero cómo están las fiscalías en Pedernales, Puerto Plata, San Juan de la Maguana, Independencia, Dajabón? No Hay las mismas condiciones que tenemos en la capital entonces no podemos hablar de políticas públicas”, destacó.
“¿Tenemos psiquiatras especializados en violencia de género en los hospitales del Norte, del Sur? No. Entonces, para evaluar el riesgo de la víctima hay un mínimo protocolo de atención, evaluación y seguimiento tanto a la víctima como al agresor”, dijo al destacar que esas son las debilidades que se deben corregir.