Responsabilidad política y la necesidad de una estrategia digital
Normalmente estamos contaminados con afiches y publicidad por toda la ciudad. Ahora que estamos en período electoral, puede ser abrumadora.
Esta realidad ha creado una distracción visual y nos da la sensación de desorden, saturación y estética de nuestras ciudades. De igual manera tiene un impacto negativo en el bienestar psicológico de los residentes.
La mayor responsabilidad recae en los políticos y en las autoridades pertinentes. A ley de días de las elecciones todavía nos encontramos con entidades poderosas colgando afiches, cuando en realidad está prohibido.
Al no tener consecuencias legales, monetarias o en sus propias campañas por la colocación de los mismos la saturación visual crece. Es fundamental que los líderes políticos reconozcan su responsabilidad para preservar el entorno visual de las ciudades y adopten medidas para reducir la contaminación visual, especialmente durante los períodos electorales.
En la República Dominicana contamos con diversos órganos reguladores, entre ellos, la Junta Central Electoral, el cual cuenta con el departamento de Inspección y Fiscalización Electoral, el Ayuntamiento y el departamento de espacios públicos del Ministerio de Medioambiente.
A este último a través de una llamada telefónica en vivo la comunicadora Karina Larrauri desde su programa 12 y 2, confirmó que no hay consecuencias por la colocación de afiches. Ellos solo se limitan a quitarlos y debido a la falta de personal se pasan meses y a veces hasta años para poder quitar la publicidad que a veces ya no está vigente.
Aunque mucho se ha hablado del tema, una posible solución es implementar regulaciones más estrictas sobre la colocación de carteles y afiches políticos, limitando el número, la ubicación y la época o tiempo principalmente en el marco de la política.
El uso de los medios de comunicación digitales y redes sociales pudiera ser otra opción para no depender en gran medida de la publicidad impresa e incluso utilizarlas como plataformas principales.
Los políticos como Omar Fernández y José Horacio Rodríguez están aprovechando las plataformas digitales, como YouTube e Instagram, para humanizar su imagen y conectar con el público.
Fernández usa su canal de YouTube para mostrar aspectos cotidianos de su vida como diputado, mientras que Rodríguez utiliza Instagram para compartir actualizaciones rápidas y detrás de escena.
Además, Rodríguez ha lanzado un podcast llamado «Legisla Conmigo» para educar sobre el proceso legislativo. La senadora Faride Raful también está utilizando YouTube y podcasts para abordar temas políticos y fomentar el diálogo con los ciudadanos.
Los políticos están adoptando nuevas tendencias digitales, colaborando con influenciadores y utilizando hashtags populares para amplificar su mensaje y promover la autenticidad y la transparencia en sus comunicaciones en línea.
En esta era digital, donde la mayoría de las personas están constantemente conectadas a través de dispositivos electrónicos, las campañas políticas y otras pueden alcanzar a un público más amplio y diverso a través de medios digitales.
Esto ayudaría a reducir la necesidad de utilizar materiales impresos y a tener una mayor segmentación y personalización de los mensajes políticos.
Para lograr esto necesitamos hacer una transición efectiva; es decir que los políticos adapten sus estrategias de comunicación y publicidad a las plataformas digitales, invirtiendo en capacitación y recursos para aprovechar al máximo estas herramientas.
De la misma manera, garantiza que el acceso a la información política en línea sea equitativa y accesible para todos los ciudadanos, evitando la exclusión de aquellos que no tienen acceso a internet o que tienen habilidades digitales limitadas.
La contaminación visual en las ciudades de todo el país es una realidad, especialmente en los períodos electorales. Es una problemática que no está recibiendo la debida atención que merece por parte de los políticos y las autoridades pertinentes.
Sin filtros manifestamos que se hace necesario cambiar las estrategias, principalmente en una era digital, para minimizar el impacto negativo y que los líderes políticos se adapten a los cambios tecnológicos y garantizar que todas las voces sean escuchadas en el proceso político.