TAINAN, Taiwán. Equipos de rescatistas trabajan a contrarreloj para dar con más sobrevivientes de un potente y poco profundo terremoto que sacudió el sur de Taiwán antes del amanecer del sábado y derribó un complejo residencial de gran altura, matando a al menos siete personas y causando decenas de heridos.
Los equipos de rescate sacaron a 249 sobrevivientes de entre los escombros en la ciudad de Tainan, la zona más afectada, y todavía hay unas 8 personas desaparecidas. Más de 1.200 bomberos equipados con escaleras, grúa y otros equipos revisaron los restos de un edificio de viviendas de 17 plantas que se plegó como un acordeón. Según medios locales, en el inmueble habría un centro de atención para recién nacidos y madres, y entre las víctimas había un bebé. La tragedia se produce a dos días de la celebración del Año Nuevo lunar, el feriado familiar más importante del calendario chino.
La mayoría de los afectados se vieron sorprendidos por el sismo mientras dormían. El temblor de magnitud 6,4 se registró en torno a las 04:00 (2000 GMT del viernes) y su epicentro estuvo a 35 kilómetros (22 millas) al sureste de Yujing y a unos 10 kilómetros (6 millas) de profundidad, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. “Primero se movió horizontalmente, luego arriba y abajo y luego hubo una gran sacudida de derecha a izquierda”, dijo Lin Bao-gui, un vendedor de autos residente en Tainan.
Sus vehículos quedaron aplastados cuando el complejo residencial que estaba al otro lado de la calle se derrumbó. “Me quedé en cama, pero salté de ella cuando escuché el gran `bang’ que era el sonido del edificio cayendo”, explicó. El centro de respuesta de emergencia dijo que siete personas murieron a consecuencia del temblor. Entre ellos había un niño de 10 años, un bebé y al menos otros dos residentes en el inmueble. Una de las muertes fue provocada por objetos que le cayeron encima.
No había más datos disponibles de inmediato sobre las otras dos víctimas. Los rescatistas sacaron a 247 sobrevivientes de entre los restos del complejo residencial Wei Guan, que se vino abajo, explicó la oficina gubernamental. Setenta y tres personas fueron trasladadas a hospitales y había ocho desaparecidos, agregó.
El cibersitio de noticias taiwanés ET Today informó de que entre los sobrevivientes del derrumbe había una madre y una hija, y añadió que la pequeña habría bebido su propia orina mientras esperaba a ser rescatada, algo que se produjo antes de lo esperado. Docenas más fueron rescatadas o puestas a salvo en un mercado y un edificio de siete plantas que sufrió graves daños, según informó la agencia de noticias china oficial. Un banco también colapso, pero no causó heridos, agregó.