Sobre el concepto de soberanía. (1)

Sobre el concepto de soberanía. (1)

Ya no recuerdo qué es lo que yo había dicho cuando de pronto NikosPoulantzas, a quien me acababan de presentar, teniendo hacia mí un índice acusador, me interpeló con voz tronante: ¡Pero cae usted en el historicismo!

¿Qué caigo en el historicismo? exclamé un poco humorísticamente. ¿Cómo podría “caer” en él? Yo nado en él, respiro en él,. ¡Pensar al margen de la historia me resultaría tan imposible como a un pez vivir fuera del agua! Comprendo que un filósofo… mire el mundo “Suspecieaetamitatis”, y que un agente de cambio viva bajo el signo del corto plazo. Pero querer pensar la sociedad, e incluso la naturaleza, y pretender disertar sobre ellas, exige una referencia continua a las dimensiones temporales. Tiempo de las galaxias y tiempo de las glaciaciones, tiempo de los mundos humanos cerrados y tiempo de la relaciones generalizadas, tiempo del arado y tiempo del tractor, tiempo de la diligencia y tiempo del supersónico, tiempo de la esclavitud y tiempo del salario asalariado, tiempo de los clanes y tiempo de los imperios, tiempos de la punta de lanza y tiempo del submarino atómico: todo análisis que se encierre en la lógica de uno de estos tiempos o que les suponga una lógica común corre un gran riesgo de confundirse y de confundirnos… Pensar históricamente …. significa situar, medir y datar continuamente… Pierre Vilar, Pensar Históricamente (1)

A raíz de la promulgación de la polémica sentencia del Tribunal Constitucional que buscaba «regular» la migración. Esta sentencia, como se sabe, ha generado polémicas de toda índole. Este documento del alto tribunal ha permitido que el ultranacionalismo aprovechara la oportunidad para fortalecer su posición. Uno de sus argumentos para hablar en contra de todos aquellos que tienen ideas contrarias o han osado criticar la sentencia, han sido juzgados y condenados por este grupúsculo, todo en defensa de “la soberanía nacional”.

Desde entonces me quedé pensando y me pregunté: ¿Es el concepto el que genera tantas pasiones, o es una simple excusa para orquestar un proyecto político ultraconservador? ¿Qué significa el concepto? ¿Cuándo nace? ¿Ha tenido el mismo significado a través de la historia? Decidí investigar sobre el tema a fin de responderme esas y otras preguntas.

Con este artículo inicio una nueva serie que tiene como propósito pensar históricamente, parafraseando la famosa conferencia del gran historiador Pierre Vilar, el concepto de Soberanía. Saber cuándo y en qué circunstancias nació en la Europa central y cómo se expandió hasta el resto del mundo, especialmente esta América Latina amada y golpeada desde siempre. Como dice el fragmento que encabeza este encuentro, es necesario situar correctamente los conceptos y los sucesos. Pero como dice el gran historiador, muchos, con toda la intención del mundo, “lo olvidan con frecuencia saberes orgullosos de situarse fuera de la historia… Así pues se plantea un problema entre, de un lado, “la historia”, o si se quiere el pensamiento histórico… y de otro, las “ciencias humanas”… (2)

Señala Vilar, y yo estoy convencida de eso, que el historiador tiene el deber de observar a través del tiempo y del espacio; así, el movimiento de la historia se produce a través de la coexistencia de los dos campos, pero también de la interacción de otros factores, en un continuo movimiento de relaciones tanto cuantitativas como cualitativas. Plantea también el escritor, que los historiadores deben aprender a descubrir y fechar cualquier pensamiento teórico, de esta manera, sigue señalando, se puede entender la evolución del concepto y de las cosas.

A través de estas entregas, que se inician hoy, y que no sabemos cuándo terminará, pues trataremos de profundizar y analizar la evolución del concepto soberanía desde la Antigüedad, pasando por la Edad Media, para luego adentrarnos en el análisis del concepto desde la perspectiva de la revolución del pensamiento en los siglos XVIII y XIX, para finalizar con el concepto en el mundo del siglo XXI.

Lo primero que debemos preguntarnos es: ¿Qué es soberanía? ¿A qué se refiere este concepto que ha generado tanta polémica y pasión? Etimológicamente el término soberanía proviene del latín. Está formado por tres partes. El primero es “sober” que significa encima o arriba. El sufijo “anus”, que se traduce como procedencia. Finalmente se encuentra el sufijo “ia”. Partiendo de ese análisis etimológico, podemos decir que la palabra soberanía se refiere a la calidad del soberano. Indica quién o quiénes tienen el derecho, mejor dicho el poder.

En el Diccionario de la Real Academia Española aparece la siguiente definición: “de soberano, calidad soberano, autoridad suprema del poder público, alteza o excelencia no superada en cualquier orden inmaterial, que reside en el pueblo y se ejerce por medio de sus órganos constitucionales representativos. (3)

Así pues, la soberanía es la autoridad más elevada donde reside el poder político. Es el poder más alto dentro del Estado. En algunos países, la soberanía reside en el pueblo, del que emanan todos los poderes del Estado, a través de representantes elegidos por votación. Esta soberanía es la denominada soberanía nacional. Por esta razón, la soberanía implica el dominio o el gobierno que un pueblo o una nación ejerce sobre sí mismo, significando que nadie, absolutamente nadie puede imponerse.

Recurriremos a una definición que nos ofrece el catedrático de la Universidad de Bonn, Alemania, el profesor Christian Hillgruber,(4) quien afirma que debería revisarse la concepción tradicional del concepto, e indica que hoy, en pleno siglo XXI existe confusión. En sus palabras:

“Antes que nada se plantea la cuestión de cómo entender el concepto de soberanía. ¿Qué características, intrínsecas al poder político, nombra dicho concepto? El hecho de que reine tanta confusión respecto del contenido y sentido de la soberanía radica no solo en la naturaleza indefinida de dicho concepto, en su “siniestra ambigüedad”, sino también en que la concepción en que se este se basa no sale a la luz.

Aquellos que consideran que la soberanía es un dogma anticuado, suelen apelar a la falta de autonomía del Estado moderno, que le obliga a cooperar institucionalmente tanto con socios no estatales, en el interior, como en sus relaciones internacionales con otros Estados. Parece que el Estado, por hallarse tan limitado en la toma de decisiones y en su capacidad de regulación, por sus dificultades para imponer sus intereses, ya no pueda ser considerado soberano…” (5)

Puede verse el concepto de soberanía tiene hoy múltiples interpretaciones. ¿Cómo entender la soberanía en un mundo globalizado caracterizado por la transnacionalización del capital? ¿Cómo entender la soberanía en un momento en que se están haciendo esfuerzos entre las naciones de unidad, como ha sido el caso de la Unión Europea, solo para citar un caso? A través de estos artículos intentaremos, haciendo primero un balance histórico del concepto, responder a tan importantes preguntas en un mundo tan cambiante como es este siglo XXI que apenas vive su segunda década. Nos vemos en la próxima.

Notas:

1. Pierre Vilar, Pensar Históricamente, conferencia de clausura de los cursos de verano de la Fundación Sánchez Albornoz, 30 de julio de 1987. Publicado después en el libro «Memoria, historia e historiadores», Ganada/Valencia, Editorial Universidad de Granada-PubicacionsUniversitat de Valencia, 2004.
2. Ibídem.
3. Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española, vigésima edición. Editorial Espasa-Calpe, 1954, Madrid Tomo II, página 1251.
4. Christian Hillgruber, Soberanía la defensa de un concepto jurídico, en InDret. Revista para el Análisis del Derecho, www.INDRET.com, Febrero de 2009.
5. Ibídem

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