Con relación a las declaraciones hechas el pasado miércoles por el director de Elecciones de la JCE en el sentido de que no hay que temer sobre el proceso electoral, excepto alteraciones del orden público, una forma velada de amenazar a la oposición, quiero señalar que me asaltan tres temores que sí tienen que ver con las elecciones mismas.
1. El señor Joel Lantigua fue el principal asistente en el 1994 del entonces director, Dr. Brea Franco, quien tildó en su momento de “travesuras” lo que se hizo en esos comicios; y Lantigua intervino en la sustitución de los padrones de casi todo el país, por otro en los que se excluyeron a más de 20 perredeístas en casi todos los colegios electorales del país.
El señor Lantigua pudo ser sacado de esa posición al cambiarse la Junta en 1996, tras la reforma constitucional de esa fecha; pero en el 2004 el Dr. Leonel Fernández, ya Presidente de la República, lo nombró en la Cancillería, la que lo “prestó” a la JCE, hasta que el Dr. Roberto Rosario, nombrado, nuevo presidente de la JCE auspició que este fuera designado nuevo Director de Elecciones, al parecer por sus “altos merecimientos”.
2. El señor Armando García, quien también participó en el fraude del 1994 en el área informática, es otro de los funcionarios claves de esta ocasión.
3. Es harto conocido que todo sistema de información electrónico es susceptible de ser “hackeado”, sobre todo si se cuenta con asesores técnicos muy especializados como Joao Santana, de conocido historial delincuencial internacional en materia electoral y en connivencia con la compañía “Petrobras”; y con aparatos que no han sido objeto de auditoría previamente; aunque se anunció que lo haría la firma Price Waterhouse Cooper, firma coimputada en los fraudes multimillonarios de la brasileña Petrobras.
Esos son los temores que yo tengo con respecto a estas elecciones que dirige el Dr. Roberto Rosario, miembro distinguido del Comité Central (en receso legal) del Partido reeleccionista de la Liberación Dominicana, una afrenta a la memoria de su mentor Juan Bosch; y quien saltó de una militancia de izquierda a servir diligentemente a la oligarquía hipócrita al frente del continuismo de la corrupción e impunidad que representa el PLD.
Con la decisión tomada a regañadientes el jueves pasado por la JCE, de que se cuenten los votos, aunque sea después del voto electrónico, se le hará difícil que pretendan alterar la voluntad popular en las elecciones de este día.