Sobre Ulises Heureaux

Sobre Ulises Heureaux

Orlando Inoa

Entrevista realizada por Génesis Pérez a Orlando Inoa sobre su libro Ulises Heureaux. Anécdotas y documentos. Santo Domingo, 10 de mayo de 2024

  1. ¿Qué le motivó a escribir este libro sobre Ulises Heureaux, mejor conocido como Lilís?

La motivación para escribir este libro estuvo alimentada por el interés de dar a conocer a los estudiosos de la historia dominicana una publicación que ofrezca mayores detalles de los que comúnmente se tienen, y que sirva para esclarecer este importante periodo histórico dominicano. El libro no solo refiere al presidente Heureaux, cuyo dominio en todas las instancias del país se extendió por veinte años ininterrumpidos, desde 1879 hasta su muerte en el 1899, sino que también se adentra en el estudio de la sociedad que le tocó vivir.

La importancia del periodo de estudio que abarca este libro, la segunda mitad del siglo XX, viene dada por una serie de acontecimientos, entre los que se destacan que fue el escenario de nuestras primeras actuaciones como nación independiente; porque en él ajustamos cuenta con la metrópolis española durante la anexión a España, pues, como es bien sabido, nuestra independencia no se produjo de la madre patria sino de Haití; porque este período es el escenario donde se fragua el primer y auténtico partido liberal, el Partido Azul, y por último, pero por esto no deja de ser el de mayor importancia, porque conoció la “modernidad” como nunca antes se había experimentado en el país: llegó la electricidad, el hielo, los caminos de hierro (ferrocarriles), el telégrafo, el fonógrafo, así como también ese tiempo fue testigo de un amplio desarrollo de las artes y de las ideas (esto último con publicaciones de libros y periódicos).

Quise escribir este libro para destacar tanto al personaje Ulises Heureaux como a la sociedad en la que actuó.

2. ¿Qué fuentes y métodos empleó usted para recopilar el material que nos ofrece en su libro?; ¿Por qué una selección de las anécdotas de Heureaux?

Para escribir este libro acudí tanto a fuentes primarias como secundarias. Sobre esta última categoría se puede constatar su variedad observando la lista de libros y artículos de revistas consultados en la investigación, que aparecen en la bibliografía al final del libro. En cuanto a las fuentes primarias, se consultó la Gaceta Oficial, varios periódicos de la época, la correspondencia de Heureaux, así como el amplio fichero de notículas que confeccionó a lo largo de su vida el historiador Vetilio Alfau Durán. Para acceder a esta última fuente estoy en deuda con Salvador Alfau, hijo del historiador y custodia de sus papeles.

Este libro comienza con una selección de anécdotas, escogiéndose solo aquellas que nos ayudan a entender el comportamiento sicológico de Ulises Heureaux. Muchas de ellas se publican ahora, en formato de libro impreso, por primera vez en esta obra y en cada una se indica la fuente donde originalmente fue publicada. De ahí se puede constatar que este anecdotario abarca referencias que distan más de un siglo entre las fechas de sus publicaciones (se incluye anécdotas del libro Notas autobiográficas, de Gregorio Luperón, de finales del siglo XIX, y una anécdota rescatada por el autor en el año 2023). Las notas a pie de páginas que se les agregan a estas anécdotas (y a todo el libro), así como las introducciones a cada segmento del mismo, son del autor (que para mayor diferenciación se ponen en una tipografía distinta) e intentan esclarecer las circunstancias históricas en que se produjeron los temas tratados.

3. ¿Qué aspectos de la personalidad y el Gobierno de Lilís le resultaron más interesantes o sorprendentes?

Ulises Heureaux, por sí solo, es un personaje fascinante. Es el sumun de la sabiduría y la picaresca dominicana, bien aplicada y mejor razonada. Venido de los estratos más pauperizados de la sociedad, llegó a relacionarse (y hacer negocios turbios) con las más sobresalientes familias adineradas del país. La forma en que manejó la política exterior no dejó de ser peculiar. Haití y Estados Unidos entonces (y ahora) punteaban el interés de su política exterior. Era aliado, contrario o socio, según su interés particular, de estas naciones (o de otras), en acciones que iban desde la sumisión, conciliación, o temeridad hasta el atropello.

Su forma de actuar políticamente no era predecible. Se movía de la posición extrema de contrariar a los más sobresalientes representantes de la sociedad capitaleña que le clamaron por salvar la vida de Santiago Pérez, condenado a la pena capital, perdón que negó, hasta permitir que el periódico El Eco de la Opinión publicara el 10 de junio de 1893 una carta suscrita por Agustín F. Morales, entonces exiliado en Saint Thomas, cuyo título de inmediato llamaba la atención: “Contra Heureaux”, en la que no solo analizaba la llamada “Revolución de los bimbines”, sino que llamaba “tirano, déspota y bárbaro” a Heureaux, amén de proclamar a los cuatro vientos su aspiración “de derrocar al tirano”.

Más de un autor ha demonizado su administración (particularmente Sumner Welles, cuya fuente principal sobre Heureaux fue Horacio Vásquez), sin reparar lo mucho que hizo en favor del país. Su gran pecado fue la corrupción y el endeudamiento externo (no muy distinto a hoy día). Lilís y su régimen deben de ser tamizados de nuevo por la historia [agrego al final de esta entrevista, para discusiones posteriores, las consideraciones sobre Heureaux que hace el historiador norteamericano Rayford W. Logan en su libro Haiti and the Dominican Republic].

4. ¿Qué retos o dificultades afrontó al escribir el anecdotario? ¿Quiénes colaboraron en este proyecto?

El reto principal del libro fue ser diferente a los anecdotarios que conocemos hoy día. Esta labor fue ardua, y los colaboradores fueron muchos. Sin la ayuda de Eugenio Cuevas, en Puerto Rico, no hubiese sido posible incluir copia del folleto Réprobo de Eugenio Deschamps, cuya única copia (que conozco) se encuentra en la biblioteca José M. Lázaro de la Universidad de Puerto Rico. La biblioteca Vetilio Alfau Durán, de la Academia Dominicana de la Historia, en la persona de su bibliotecario Orlando Figuera, me facilitó algunas obras difíciles de encontrar, así como de igual manera utilicé la biblioteca Emilio Rodríguez Demorizi de Intec.

5. ¿Por qué este libro es importante ahora, y qué lo diferencia de otras publicaciones similares? ¿Cuál es su aporte? ¿Es una biografía de Heureaux?

Ulises Heureaux, en menor medida que Rafael Leónidas Trujillo, fue un gobernante que dejó una impronta en la sociedad dominicana que moldeó lo que somos hoy. Pero resulta que ambos gobernantes no han sido exhaustivamente estudiados, sobre todo Heureaux.

La disponibilidad hoy día de algunas tesis universitarias (las mejores de universidades norteamericanas), así como algunos documentos importantes sobre Heureaux (como su epistolario), posibilitan una mejor interpretación del personaje.

En realidad, este libro no es una biografía sobre Heureaux sino, más bien, una compilación de documentos sobre el personaje y su época. Además de una cuidadosa selección de su anecdotario, este libro incluye una traducción al español de todas las noticias sobre el caso que aparecieron en el periódico The New York Times, desde el día siguiente al asesinato de Heureaux hasta el ascenso de Juan Isidro Jimenes a la presidencia. Este periodo es importante para conocer el trasfondo donde se incubaron lo que más tarde serían las tendencias políticas bolos y colúos, trascendentales en el desarrollo de los acontecimientos políticos durante los primeros tres lustros del siglo XX. Este libro incluye, como primicia, una traducción al español de la sentencia judicial que la Suprema Corte de Justicia de las Bahamas pronunció en el juicio a Juan Isidro Jimenes a raíz de la expedición del Fanita. La descripción de Heureaux que hace Francisco Henríquez y Carvajal, y que incluimos en este libro, es simplemente fenomenal.

Conocedor a fondo del personaje que describía, en su trabajo dibuja una caracterización sicológica del personaje como otra pluma nunca lo ha logrado. Un acápite completo del libro se dedica al tema de cómo vieron contemporáneos suyos a Lilís y, otro acápite, está dedicado a estudiar pormenorizadamente su muerte, que ocurrió en Moca la tarde del 26 de julio de 1899. También se hace un contrapunteo entre las décimas de Juan Antonio Alix y cómo el imaginario popular vio la dictadura de Heureaux. Este libro viene a ser un complemento de otro, con igual temática: Sumner Welles, La dictadura de Heureaux. Presentación, notas, adenda y edición de Orlando Inoa (Santo Domingo, Letragráfica, 2012).

El libro Ulises Heureaux. Anécdotas y documentos (Santo Domingo, Letragráfica, 2024, 416 páginas) está disponible en Amazon y en las principales librerías del país.

Apéndice

Rayford W. Logan sobre Heureaux: “Algunos historiadores dominicanos dan una evaluación más equilibrada de Heureaux que la que hizo Welles. No atribuyen su tiranía a su raza. Enfatizan su régimen dictatorial y el aumento de la deuda nacional, pero también enumeran sus logros constructivos. Su primera administración (1 de septiembre de 1882-1 de septiembre de 1884) fue casi sin incidentes. Los restos de Duarte fueron traídos desde Caracas y, con la pompa y ceremonia debidas, fueron enterrados en la Catedral de Santo Domingo. Aumentó el número de escuelas públicas y fomentó el estudio de la medicina. El déficit al final de esta primera administración casi igualó los $300,000 que Báez se había llevado consigo. Heureaux aseguró en 1884 la elección de los generales Francisco Gregorio Billini y Alejandro Woss y Gil (ambos ‘blancos’), la segunda transferencia pacífica y constitucional de poder desde 1865.

El balance de su dictadura, quizás inevitablemente, reveló más pasivos que activos. Bajo la dirección de la distinguida poetisa Salomé Ureña de Henríquez, las maestras se graduaron de la escuela normal. A partir de 1896, Heureaux otorgó becas que cubrían todos los gastos de los estudiantes que viajaban a Europa. Reorganizó las escuelas profesionales, la Academia para Cadetes Militares y la Escuela de Guardacostas. Compró tres cruceros construidos en Inglaterra y contrató instructores extranjeros para entrenar a su ejército, al que proveyó de mejores armas y suministros. Los restos de Ramón Mella fueron traídos de vuelta a la República Dominicana [fueron traídos desde Santiago, en el Cibao, OI] y enterrados en la Catedral de Santo Domingo. Heureaux comenzó la construcción de un ferrocarril desde Puerto Plata hasta Santiago [que inauguró], que luego se extendió hasta Moca; la primera línea telegráfica conectó la Capital con ciudades en la parte Sur de la República. Aumentó considerablemente la producción de café y cacao. Una ley de 1897 legalizó el divorcio. Mientras que el ministro de los Estados Unidos en Haití había servido como cónsul general en la República Dominicana, Heureaux indujo al presidente Benjamin Harrison, en 1890, a elevar su rango a encargado de negocios. Heureaux también negoció un tratado de reciprocidad con los Estados Unidos que permitió la entrada libre en ese país de azúcar, melaza, café, cacao y pieles a cambio de la entrada libre de unas veinticinco exportaciones estadounidenses.

Indudablemente, la situación financiera de la República Dominicana era peor al final de su dictadura que al principio. No está claro hasta qué punto esto se debió: (1) a las malversaciones de Heureaux y sus secuaces, a sus gastos extravagantes en sí mismo, su familia y sus amantes; (2) al gasto en propósitos constructivos enumerados en el párrafo anterior; y (3) a los descuentos y tasas de interés exorbitantes exigidos por los banqueros, que arriesgaron el capital de sus accionistas y bonistas en lo que hoy se llama un país subdesarrollado. Sospecho más bien que una biografía académica completa de Heureaux revelaría que no era tan ‘negro’ como lo retrataron Welles y otros, pero que, sin embargo, era un individuo bastante turbio”. [En este rosario de bondades de Heureaux y sus Gobiernos no se menciona su nunca bien ponderada participación en la Guerra de la Restauración; en el intento del presidente Buenaventura Báez de anexar el país a los Estados Unidos y en la guerra sin cuartel que se le hizo a este presidente en el llamado Gobierno de los Seis Años. OI]

Rayford W. Logan, Haiti and the Dominican Republic. New York/London, Oxford University Press, 1968, pp. 49-50.