“Yo creo que el presidente está muy solo, trágicamente sólo y esa soledad es atípica”, fueron las consideraciones del sociólogo Melvin Mañón en una entrevista con Onorio Montás para el programa «Revista Dominical Dejando Huellas», transmitido por CDNRadio.
Dijo que generalmente esta soledad tiene lugar en el momento en que los mandatarios están a punto de terminar su periodo para el cual fue electo o sin posibilidades de una posible reelección presidencial.
De acuerdo con Mañón, en el caso de Abinader el motivo es otro: la agenda que ha enarbolado no es del agrado de su partido, que, según consideró no está de acuerdo con la independencia del Ministerio Público (MP) y la manera en la que está accionando.
“Estoy convencido de que el presidente ha honrado su palabra de no interferir, no dictarle, no amenazar, no destituir y de ninguna manera trazarle pautas al Ministerio Público respecto a lo que debe hacer y a lo que no”, reveló.
En diversas ocasiones, incluido el discurso que pronunció el pasado 18 de agosto tras cumplirse el primer año de su gestión dos días antes, el mandatario ha recordado al pueblo su decisión de respetar la independencia del MP.
El presidente reveló que tienes planes de subir un escalón más en su proceso de lograr la independencia de esta entidad al proponer su constitucionalización. Sin embargo, el grueso del gobierno actual tiene muy poco afecto y asume muy poca responsabilidad con esa parte de la agenda del presidente.
“Estoy convencido y no hay ninguna evidencia importante que lo desmienta, de que él presidente es un tipo bien intencionado y con una idea bastante clara de lo que no quiere. No quiere terminar ni de cerca como Danilo Medina. Luis Abinader quiere salir de ahí respetado”, aseguró.
A pesar de las buenas intenciones del mandatario, el político declaró que detrás de él se encuentra un partido conformado por locos y corruptos, que en ocasiones poseen ambos calificativos a la vez.
Mañón no descarta que existan personas serias en el partido, pero debe tenerse presente que estas no son la mayoría.
“No es placentero decirlo, ni siquiera verlo o imaginarlo, pero todo presidente necesita una base social en cual apoyar su gestión”, lamentó.
Para el sociólogo, la razón por la cual Abinader no recibe apoyo de su partido sobre este tema es porque funcionarios de alto y mediano nivel han visto que la persecución del delito es en serio y que dirigentes del partido oficialista han sido acusados de actos de corrupción que terminan en la destitución y la deshonra de los individuos, “esa es y será la verdadera la verdadera Corona de Luis Abinader Corona”.
En este sentido, estos dirigentes apuestan en el fondo que el Ministerio Público y el presidente se cansen de perseguir la corrupción y desistan en su lucha.
El político afirmó ver en el Partido Revolucionario Moderno (PRM) la misma esencia del Partido de la Revolución Dominicana (PRD), contando con algunas excepciones.
“Es un partido que le aporta (al presidente) gente en general de muy baja calidad, con muy precarias condiciones éticas y niveles de competencia profesional generalmente por debajo de los estándares mínimos requeridos”, añadió.
Acto seguido, aseguró que el partido oficialista cuenta con notorias dificultades que ocasionarán problemas durante su gestión. En primer lugar, recalcó que no hay una vocación de poder entre los dirigentes.
También, declaró que carecen de una visión de Estado o un proyecto de nación y que son “instrumentos de la vieja política”.
“Lo más probable es que al final de su mandato Luis Abinader termine apoyándose más en las virtudes y recursos que la verdadera sociedad civil es capaz de aportar que en las presiones y exigencias que le impone el PRM”, opinó.
Recordó que el mandatario no alcanzó la presidencia a causa de su partido, sino, más bien por el descontento general que se instauró en el pueblo dominicano, debido a la inconformidad con el expresidente Medina y su partido.
“El país está tan dañado por el legado de Danilo Medina que convirtió el delito en norma, pero no condenable sino socialmente aceptada. Danilo llevó al país a un punto de hastía que la cuestión era desasear de él y su legado de cualquier manera”, aseguró.
Dijo que sin perseguir a la corrupción ni Luis Abinader ni otro político que tomara su lugar en el futuro, tendría la más mínima posibilidad de controlar parcialmente la administración pública del gobierno dominicano.