Un grupo de amigos, colegas y familiares del municipio Higüey, en la provincia La Altagracia, realizarán un Teleradio Maratón y una macha concentración los días 17 y 18 de este mes, en respaldo de la joven profesional Elizabeth Suazo, de 26 años, a quien se le diagnosticó cáncer de mama.
Las actividades, que se desarrollarán en las principales emisoras y en el Parque de la Mujer de aquí, se programaron en el marco de la celebración en marzo del mes internacional de la mujer.
Suazo, abogada de profesión, requiere de un millón de pesos para su tratamiento y alimentación, razón por la cual se unió a un equipo altruista de la comunidad para poner en marcha la venta de Tshirts con la inscripción: “Luchar contra el Cáncer de Mama”, para subvencionar su tratamiento de quimioterapia y alimentación.
El Tshirt tiene un precio de 500 pesos por unidad, y fue diseñado en colores rosado y negro, como parte de la tradicional campaña de apoyo y concientización mundial en contra del cáncer. Estará disponible en las emisoras y en la marcha concentración.
Con esta iniciativa han recibido la cooperación de personas de los Estados Unidos, Europa y de esta país, por medio de las redes sociales, quienes usan sus cuentas para convertirse en multiplicadores del mensaje y así contribuir a salvar la vida de la joven.
Asimismo, la comisión organizadora del evento social en contra del cáncer o ‘asesino silente’, como es conocido, señaló que la intención es sensibilizar a los habitantes del municipio y la provincia en sentido general, a los fines de que se unan a la lucha por la vida de su amiga y hermana Suazo.
Diagnóstico inesperado. “Cada día que enfrento este cáncer y sobrevivo, es una victoria para mí”, dijo Suazo, paciente de ‘cáncer de mama’ y quien sufre ‘metástasis ósea’ en la columna vertebral, afectando sus huesos y provocándole alopecia (caída del pelo), y agotamiento físico.
La abogada narró fue diagnosticada como paciente de cáncer en noviembre del 2016 mientras realizaba su agenda regular de actividades Hoy necesita un millón de pesos para costear su tratamiento médico, la manutención de la dieta y los viáticos hacia Santo Domingo donde se desplaza junto a su madre todas las semanas.
Sin ignorar su rol de madre con una niña de cinco años de edad que depende de su cuidado, protección y respaldo, y a quien definió como su razón e inspiración de vivir y seguir adelante, expresó: “quiero luchar por mi hija”.
“Fui operada en abril del 2016 de un adenoma en mi mama derecha, luego en agosto, se mantenía la bolita y tuve que repetirme una mamografía que resultó con algo sospechoso”, narró la joven mujer, refiriéndose a la etapa que desencadenó la realidad que vive y hoy la motiva a batallar para conquistar su tranquilidad y recuperar la salud.
Es cuando recibe la triste noticia por su médico de padecer un ‘cáncer invasivo bajo nuclear’ que por medio de extirpación de la masa que estaba adentro después de una biopsia, “de inmediato nos preparamos para derrotar el problema, aún no sabíamos que los huesos estaban afectados, hasta practicarme los estudios”.
Después del resultado, Suazo se dirige a un centro médico especializado en la capital, y según pasaban los días el dolor era más agudo, revelando que la morfina que le suministraban la sedaba por horas, perdía el conocimiento por la agudeza del tratamiento. En lo adelante, tuvo que aplicarse diez sesiones de quimioterapia para controlar el cuadro clínico. “La doctora no garantizaba volver a mi pueblo”.
Con lagrimas que le brotaban de sus ojos, expresó que con ‘la ayuda de Dios y agarrada de él todos los días’ en primer lugar, resistió nueve días de ingreso en la Plaza de la Salud, regresó de la sorpresiva muerte para luchar por su hija como lo confesara después de un angustioso silencio de recuerdos, desde el día del incipiente diagnostico cancerígeno.
“Mi cáncer no es hereditario, es hormonal. Pero tiene un 20 por ciento de agresividad del nivel normal. Es un 98 por ciento hormonal; ya recibí las diez sesiones de radioterapia controlándome en un 80 por ciento el padecimiento en los huesos
Actualmente, Elizabeth recibe quimioterapias indefinidas porque con estas su doctora afirma que destruirá el tumor mamario, a modo de evitar que la operen.
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