Exclusivo para Areito.
Los acontecimientos políticos con conflictos en guerra, no pueden dejar indiferente a mi generación nacida en la pos Segunda Guerra Mundial, con la memoria permanente evocada en todos los almuerzos familiares del domingo sobre lo terrible de las guerras.
La Primera Guerra Mundial aprendida en los bancos de las escuelas públicas francesas y la Segunda ilustrada por la memoria colectiva de los ciudadanos de mi distrito once de París, muchos hijos, hermanos, nietos descendientes directos de los mártires judíos del holocausto.
Por muchos años aprendimos a conocer a produndizar, a analizar en lo más humano la tragedia del pueblo judio, con conocimiento étnico y cultural y tolerancia confesional, y ¿por qué no?, acercamiento espiritual, ya que las tierras de Éspaña llevaron por más de seis siglos la trascendencia del mundo judío sefardita.
Diríamos pues como tan bien lo expresa la lengua francesa “nos concierne” la tragedia que se desató a partir del 7 de octubre.
Nos concierne porque como bien lo sentimos pertenecemos a la civilización judeo-cristian, y el substantivo “judeo” asociado, exige actitudes de verdad y claridad ética y democrática.
Pero sucede que ese mundo también dejó sus huellas con la civilización árabe que selló para siempre la riqueza de las tierras de la península Ibérica que tanto y tan sublimemente Cervantes puso en relieve humano en El Quijote.
Somos en todo occidente hijas e hijos de esa aventura histórica humana judía cristiana y también árabe que no podemos anular ni desconsiderar después de tantos conflictos y problemas sufridos por las dos comunidades, la judía y la árabe.
Los acuerdos de Oslo de 1993 son fundamentales para volver a la paz, pero más aún la foto, la imagen de Shimon Rabin estrechando la mano de Yaser Arafat. Esa foto debe volver a circular en todas las conciencias, en todas la cumbres, en todas las negociaciones con la convicción de que “Si, Se puede”. Bill Clinton fue entonces el promotor de ese encuentro que defendía ante todo los intereses generales de los dos pueblos, el palestino y el israelí. A veces retomar las lecciones y los ejemplos del pasado pueden servir a construir soluciones que se alimenten de experiencias de la Historia reciente.
Mi vista al mundo desde París me dice que todavía se puede salvar tanto a Palestina como a Israel. Mas, sin embargo, no vemos so lución que no sea con un alto al fuego ya inminente y con la certeza de que la Autoridad palestina enfoque su futuro liberandóse definitivamente del peso peligroso de Hamás en su territorialidad humana, geopolítica y espiritual.
Palestina es la cuna universal de toda sabiduría espiritual, puede ser un Estado libre e independiente fuera de toda contextualisación dentro del fanatismo islámico, puede convertirse de tierra mártir en tierra ejemplar, pero no con Hamás en su seno….Las autoridades políticas deben escuchar el clamor de tantas mujeres israelíes y árabes que piden democracia, libertad, convivencia y amor entre estos dos pueblos. Ellas se han movilizado en el mundo entero, juntas y convencidas que no hay otra solución que no sea en el desarme general.
El mundo contemporáneo gana con un Estado de Israel en paz, solidariamente unido al respeto de un Estado palestino democrático y liberado del fanatismo. Ahora bien, sabemos y conocemos la fuerza intelectual de estos dos pueblos. Palestina le ha dado al mundo grandes escritores como Elías Sanbar exembajador de Palestina ante la Unesco, quien declaró recientemente en el periódico Le Monde que “todo ataque contra civiles es un crimen de guerra”. También vamos a saludar al gran escritor israelí Amos Oz: “Nunca lucharía por supuestos intereses nacionales. Pero lucharía y lucho como un demonio por la vida y la libertad. Por nada más”. Estos dos pueblos tienen en lo más profundo de su Historia grandes pensadores, filósofos y artistas, profesionales de la sociedad civil que llevan décadas llamando a la convivencia y la paz.
Dos naciones que le dieron al mundo grandes modelos del pensamiento universal. Hoy día cientos de escritores israelíes democráticos están exigiendo en una carta abierta a los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea que los países reconozcan al Estado de Palestina. Declaran que la solución tiene que ser la formación de dos Estados y que la división territorial se debe hacer en conformidad de las fronteras de 1967. “Es claro para nosotros que las posibilidades de sobrevivencia de Israel y su seguridad dependen de la creación del Estado de Palestina basado en las fronteras de 1967”. Este mensaje emitido por Gosh Shalom añade: “Nosotros los ciudadanos de Israel deseamos que Israel sea un país seguro y próspero, estamos preocupados por el continuo estancamiento político y por las actividades de ocupación y los asentamientos que causan nuevos enfrentamientos con los palestinos”…
Los dos pueblos han sufrido en los treinta últimos años las consecuencias de las sombras políticas de cada uno. Israel fue incorporando un nacionalismo ortodoxo radical y ultra derechista que exalta políticas de ocupación graves y peligrosas, Palestina se ha dejado penetrar por los peligros del fanatismo de Hamás que hoy sabemos asociado al terrorismo radical. Una vez conscientes de todo esto, también sabemos que los dos pueblos están victimados y son los rehenes de los extremistas. No hay de otra ….el conflicto armado no esla solución.
Sabemos que la Historia se repite, pero aprendamos de la repetición el no cometer los errores del pasado. La paz se busca en la inteligencia de los pueblos.
Me duele Israel, me duele Palestina y me duele pensar que la oscuridad se ampare del mundo.
Nosotras las hijas y los hijos de las dos guerras mundiales, de las guerras civiles, tenemos que insistir y recordar que se puede convivir, existir, ser y estar con el respeto de las diferencias, el amor de la alteridad, la convicción que con el sentido común y la inteligencia se puede mejorar la condición humana.
Los intelectuales, las mujeres, de Israel y Palestina piden paz… Solo paz… y ya se ha ido demasiado lejos en el horror.
En América latina , en Estados Unidos viven y conviven los descendientes de judios y árabes del mundo y contribuyen al desarrollo , al pensamiento y la democracia .Se puede.Claro que se puede.
Le toca a la ONU y a la Union europea demostrar y actuar para desmantelar a Hamas, frenar el ejército de ocupación israelí, y crear el pasillo de la paz.