El presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, vetó hoy a las dos organizaciones fundamentalistas a cuyos miembros se les atribuye la responsabilidad de la serie de ataques coordinados del Domingo de Resurrección en el que 253 personas murieron y más de 500 fueron heridas.
Sirisena, “ha tomado medidas para prohibir las organizaciones National Thawheed Jammath (NTJ) y Jamathei Millathu Ibraheem (JMI) en Sri Lanka”, informó a través de un comunicado la oficina de prensa de la Presidencia casi una semana después de cometidos los ataques.
Asimismo, asegura que en el marco de las regulaciones del estado de emergencia vigente en la isla “se han tomado medidas para prohibir otras organizaciones extremistas que operan en Sri Lanka».