La suspendida jueza de ejecución de la pena Aleida Jiménez Acosta, quien le varió la prisión carcelaria por domiciliaria a Alejandro Castillo Paniagua “Quirinito”, aseguró hoy que actuó en el marco del debido proceso, siempre atendiendo a lo dispuesto en el Código Procesal Penal.
Jiménez Acosta mostró cada uno de los tres certificados debidamente firmados por la autoridad médica, como es el caso del oncólogo César Augusto Núñez Roja, y emitido por la clínica Unión Médica del Nordeste, los cuales avalaban su decisión como jueza a favor de «Quirinito».
«Tengo tres certificados médicos (emitidos) por tres instituciones que avalaban que él tenía un Carcinoma agudo; que tiene una enfermedad terminal», expresó la magistrada, quien además mostró un folder con documentos y fotos que les fueron entregadas, en la que se veía el deterioro de salud del sentenciado.
Señaló que cuento asistió a la audiencia para conocer el caso, que según dijo se hizo de manera pública, oral y contradictoria, vio los primeros dos certificados médicos, y de inmediato procedió a solicitar otro «que sea de aquí de San Francisco (de Macorís), entonces ahí se reenvía la audiencia, y se hace la solicitud, y esta fue expedida por el doctor Ángel Garabot».
«Entonces, ellos me hacen una solicitud de cambio de modalidad de régimen carcelario, en virtud a ese Carcinoma en la cabeza de la lengua. Nosotros no somos médicos, nosotros tenemos que avalar y creer en lo que dicen los médicos. Hay tres médicos diferentes que son los que hablan», insistió.
Sorprendida. La magistrada dijo que se sorprendió cuando se enteró, a través de los medios de comunicación, de la decisión del Consejo del Poder Judicial de suspenderla en sus funciones por el caso.
«En este caso se dieron todos los elementos. Yo lo que ordené fue que fuera al oncológico, al hospital, nada más; porque yo no conocía que ese joven era oncólogo. Y como juez no tengo que especificar y decirle a un médico: mire haga esto», enfatizó.