Les ha tocado en este momento al sector ganadero uno de los instrumentos más efectivos en el mejoramiento genético de los animales, que es la transferencia de embriones. Hay que aclarar que en el país se ha estado aplicando esta tecnología, pero a medias. Trayendo los embriones fecundados en pajillas y aplicándolos en vacas nodrizas. También como hemos comentado en otras ocasiones, empresarios innovadores como el Dr. Julio Brache, ha traído técnicos especializados del extranjero para la aplicación completa de esta tecnología en su ganadería. Otros ganaderos también han realizado esta técnica, pero ha sido muy limitado por el alto costo que conlleva su aplicación.
La colaboración que debe realizar el Gobierno es aportando equipos valiosos para la realización de esta práctica, así como también los técnicos especialistas en esta novedosa tecnología. ¿En qué consiste la tecnología del trasplante de embriones? En primer lugar se hace la selección de las vacas, que por sus cualidades de alta productividad y calidad de la producción y a la vez resistencia al medio ambiente local, merecen la aplicación de esta tecnología. Después de seleccionadas 2- 4- o más vacas dentro de cientos o miles de animales, se procede a la estimulación de la súper- ovulación. Al mismo tiempo se debe tener de ocho a 10 vacas receptoras (nodrizas) para cada vaca donante, las cuales (vacas nodrizas) deben sincronizarse con el estado hormonal de la donadora. Para lograr la súper- ovulación se utiliza FSH (hormona folículo estimulante), nombre comercial SuperOv, Ovagenó Vetrapharm.
Después de transcurrida 4 a 6 horas de iniciado el estro, las donadoras deben ser inseminadas artificialmente con una doble dosis. En el caso que se utilice el servicio natural, las donadoras deben juntarse al toro un poco antes de la última inyección de FSH y se vuelven a juntar cada 8 horas, durante 10 minutos hasta que no esté receptiva. El siguiente paso es la recuperación de los embriones fertilizados, lo cual se puede realizar del 6to. día al 8vo. día del estro. Se debe aplicar una inyección de anestesia epidural (4 a 6 ml. de lidocaine de 2%). Con esto se evita la defecación y la tensión excesiva del animal. Luego se coloca el catéter Foley o Rusch o IMV y la solución de fosfato regulado buferado con salina (PBS) de 1000 ml., conectado a la manguera del catéter, un metro arriba del nivel del útero. Cerrando la manguera de salida, abrimos la de la entrada de la solución de fosfato regulado buferado y penetrando el brazo izquierdo por el recto, le damos un masaje suave al útero para que la solución logre desprender de las paredes del útero, los embriones.
Luego se abre la manguera de salida y la solución con los embriones, se depositarán en el filtro. El filtro tiene la abertura de 75 micra y el óvulo tiene un tamaño de 150 micra. No se debe permitir que el filtro quede sin solución, porque los embriones sufrirían daños. Del filtro los embriones son trasladados a un plato regulado y con la ayuda de un microscopio con un lente que aumente de 40 a 50 veces, se ubican los embriones y se colocan en pajillas. Teniendo las vacas nodrizas preparadas y en el estado hormonal ideal, se procede a la colocación de los embriones en los úteros de las vacas. En las vacas donantes se pueden hacer súper-ovulaciones, tres veces al año. Obteniendo en cada extracción de 6 a 10 óvulos que al año sumarían en las tres súper-ovulaciones de 18 a 30 óvulos. Las vacas criadas estabuladas y ordeñándola dos veces o más al día, tienen una vida útil de 4 años. Esto quiere decir que se pueden obtener de 72 a 120 becerros, los cuales inseminados con semen sexados, darían en su totalidad animales de sexo femenino. En el caso de las vacas que se crían a campo abierto, tienen una vida útil de 8 años. En estas vacas se podrían lograr de 144 a 240 becerras de óptima calidad. La vaca denominada “Mía” de la Escuela Agrícola Salesiana de Moca, promediaba una producción de leche de 64 botellas diarias. Los estudiantes la ordeñábamos manualmente, aunque la Escuela disponía de máquinas ordeñadoras.
La finalidad era que aprendiéramos a ordeñar tanto manualmente como con la ordeñadora mecánica. En el 1957 esa vaca que era el resultado de cruces de varias razas, era todo un acontecimiento en la región del Cibao y en el país. Lo más probable es que solamente se obtuvieran dos ejemplares hembras, de esa excepcional vaca en vez de 72 a 120 animales de sexo femenino. Esto hubiera sido posible, de aplicarse la tecnología que existe en este momento, de trasplante de embriones e inseminación artificial sexada. Considero que ha faltado decisión y voluntad de innovar y ponernos al día con el avance tecnológico. El costo del catéter Foley estaba según el Dr. Drost en el año de 1996 a un precio bien económico y el filtro aunque era desechable se podía utilizar una 4 ó 5 veces, lavándolo con agua destilada después de cada utilización. El microscopio con la capacidad indicada tiene un bajo costo, al igual que las inyecciones y hormonas que se deben aplicar. Lo más costoso de esta tecnología es el equipo de crío-conservación de los óvulos, que para esa fecha estaba entre 10,000 y 15,000 dólares, sin incluir los tanques de nitrógeno líquido y otros componentes. La otra tecnología que ya la están aplicando muchos países del mundo, es la técnica del sexado del semen del toro. Esta resulta muy costosa, sin embargo varios países de la región la están implementando, por la gran importancia que tiene la determinación del sexo, tanto en la ganadería lechera como en el ganado de carne.
Esta tecnología del trasplante de embriones, como todas las invenciones y cambios que se realizan en esta época cambiante, ha variado en los últimos años. En vez de estimular la súper-ovulación a través de la aplicación de hormonas, se va directamente al ovario de las vacas seleccionadas y con el equipo de ultra sonografía, se detectan los folículos y estos a su vez con la aspiración funicular, son obtenidos. Los ovocitos son madurados durante 20 a 24 horas y luego son fertilizados in vitro. En la fertilización in vitro se utiliza una pajilla de semen sexado para fecundar 500 óvulos. De estos 500 óvulos se podrían obtener la fecundación efectiva de 150 a 200. Finalmente se podrían lograr de 60 a 70 vacas preñadas.