A doña Ligia
A todos los rectores universitarios y al director del Infotep.
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Uno de los efectos más importantes, sino el más, de la revolución tecnológica es que ha creado un crecimiento desfase entre las habilidades técnicas, de los graduados de la educación superior y las que el mercado laboral está demandando realmente. Solo en Estados Unidos hay 4.8 millones de posiciones vacías por falta de personas con conocimientos de las tecnologías prevalecientes en los últimos tiempos.
Revertir este ciclo negativo es deber fundamental del liderazgo político, económico y educacional en todas las naciones. Adentrémonos a conocer una de las áreas de la tecnología que está teniendo más impacto en las actividades de los ciudadanos y en los procesos productivos en todo el mundo: La tecnología cognitiva.
Las tecnologías cognitivas son aquellas que pueden desarrollar tareas que requieren habilidades perceptivas, para las que se necesitaba anteriormente el trabajo humano. Si bien es cierto que las computadoras no pueden pensar, cada vez más rápidamente se les posibilita realizar actividades más difíciles y rebuscadas. Esto ha traído como consecuencia la ruptura de grandes obstáculos y la apertura a muchas e importantes posibilidades.
Algunas de la tecnologías desarrolladas a la fecha son las que requieren habilidades como planeación, razonamiento de información parcial y aprendizaje. Algunos ejemplos importantes son:
Visión computarizada: Computadoras que están diseñadas para percibir y entender un paisaje o circunstancia.
Aprendizaje de las máquinas: Estas últimas aprenden a identificar información y proveer informaciones generalizadas a través de las mismas.
Procesamiento del lenguaje natural y reconocimiento del diálogo: Se basa en especificar parámetros claves que el computador deberá reconocer y recordar.
Robótica: Combina diversas disciplinas para crear un individuo automatizado capacitado para realizar diversas actividades.
Elaboración de horarios y planificación de eventos y procesos: Se le provee al computador una información y ciertos parámetros y él se encargará de organizarla de manera eficiente y provechosa.
Deloitte, prestigiosa firma norteamericana, en su reporte “Tecnologías Cognitivas: Las oportunidades Reales para los negocios” argumenta que la aplicación de las tecnologías cognitivas puede dividirse en tres categorías principales:
1.- Productos: Se busca proveer beneficios al consumidor final a través de nuevas aplicaciones o la mejora de las ya existentes. Un ejemplo es la página de compras por internet Amazon, que tiene la característica de recomendar productos que se asemejen a los que ya hemos buscado, facilitando la compra de acuerdo con nuestras preferencias.
2.- Procesos: Se pretende automatizar o mejorar las operaciones. La tecnología puede reemplazar el empleado (al asumir toda la responsabilidad) o aumentarlo (Hacer más rápido y eficiente los procesos). Un ejemplo de reemplazo sería sustituir el personal de un centro de llamadas por una grabadora computarizada. Un ejemplo de aumento es el procesamiento automático de grandes cantidades de datos.
La Tecnología puede también crear nuevos productos inteligentes que puedan generar nuevos mercados y grandes ganancias a los inventores. Así mismo como la creación del internet significó la apertura a un mundo nuevo, la tecnología cognitiva constituye una enorme fuente para nuevas oportunidades.
3.- Percepción: Se trata de ayudar a tomar decisiones. Por ejemplo, una máquina que aprenda las tendencias que ha llevado una variable en el tiempo y que provea una proyección que posibilite tomar decisiones certeras en el menor tiempo posible.
Estos sistemas ayudan al individuo a automatizar el trabajo, haciéndole posible enfocarse en actividades más difíciles como interacciones humanas y negociaciones. La tecnología cognitiva y la inteligencia humana pueden dar un apretón de manos que tenga como consecuencia que los ciudadanos puedan trabajar de una manera más eficiente y que las empresas gocen de una ventaja comparativa que se traduzca en rapidez, reducción de costos y mejora de la calidad de los productos y servicios.
La tecnología cognitiva podría ser la clave para que los ciudadanos, instituciones y países puedan enfrentar los diversos desafíos que traen consigo las actuales revoluciones y la globalización. En nuestra próxima entrega nos enfocaremos en demostrar los retos que hay que enfrentar con la tecnología cognitiva y cuándo puede ser el elemento fundamental de diferenciación.
Investigadora asociada: Julissa Lluberes.