Brasilia.– El presidente interino de Brasil, Michel Temer, recibió hoy un firme apoyo de los empresarios del sector de la construcción, con los que se comprometió a recuperar la confianza en la economía del país y promover la inversión privada.
“Estoy ejerciendo la Presidencia interinamente, pero actúo como si fuera efectivo”, declaró Temer al recibir a los empresarios y en alusión a que su permanencia en el poder depende de que la eventual destitución de la mandataria Dilma Rousseff, sometida a un juicio político y suspendida de sus funciones.
Aún así, Temer se comprometió a adoptar medidas para reactivar la industria de la construcción, sobre todo por la capacidad de ese sector para generar plazas de trabajo, cuando en el país hay unos 12 millones de desempleados.
“El empleo es el primero de los derechos sociales, porque no hay nada más indigno para un ciudadano que estar desempleado”, manifestó Temer, quien anunció que su Gobierno contratará con ese sector la construcción de 40.000 nuevas viviendas populares.
Temer admitió que las “carencias del país en infraestructura son notorias” y apostó en la industria de la construcción para recuperar la economía, que el año pasado se contrajo un 3,8 % y que este año deberá caer en un porcentaje un poco menor, en torno al 3 %.
Pese a ese cuadro, instó a los empresarios a “creer” en el país y afirmó que “Brasil tiene solución” y “aunque pueda estar en crisis en este momento, va a superar esa crisis».
En la ceremonia participaron unos 800 empresarios del sector de la construcción civil, cuya actividad cayó un 7,6 % el año pasado, aún no se recupera y en la que, según cifras de la industria, en los últimos doce meses se perdieron un millón de empleos.
En el acto, el presidente de la Cámara Brasileña de la Industria de la Construcción, José Carlos Rodrigues Martins, manifestó apoyo a las medidas que ha adoptado Temer para reducir el gasto público, así como al severo ajuste fiscal que ha adoptado el Gobierno.
Rodrigues Martins consideró que medidas de esas naturaleza dicen que “se va por el buen camino” y aseguró que “si Brasil está bien”, lo estarán los empresarios y los trabajadores, que “juntos podrán restablecer la confianza para generar empleo, renta e impuestos».
También declaró que la empresa privada solamente desea “seguridad jurídica y unas mejores regulaciones” para recuperar su actividad y suplir “a un Estado que ya no tiene capacidad de inversión».
Temer ocupa el poder en forma interina desde el pasado 12 de mayo, cuando Rousseff fue suspendida de sus funciones para responder a un juicio político que, según prevé el Senado, concluirá a fines de este mismo mes.