El primer concierto de La Temporada Sinfónica de este año, por iniciativa de su director, el maestro José Antonio Molina, tuvo lugar en el Gran Teatro del Cibao, de la ciudad de Santiago de los Caballeros, siendo esta la primera vez que la Sinfónica Nacional se presenta en dicho teatro. Un público expectante cubrió buena parte del amplio auditórium.
Con las notas gloriosas de nuestro Himno Nacional, se dio apertura a la Temporada Sinfónica. La noche musical se inicia con el Estreno Mundial del concierto para clarinete y orquesta del joven compositor dominicano Joel Díaz, Premio Nacional de Música 2021, teniendo como solista la clarinetista Darnely González, y a Santy Rodríguez, director asistente, en la conducción de la orquesta.
Con un solo de clarinete, a manera de introito empieza el concierto, y pone de manifiesto a priori, las magníficas condiciones de la clarinetista Darnely González, que luego se decanta en la cadencia que une los movimientos, donde muestra dominio del fraseo, versatilidad y virtuosismo. El director Santy Rodríguez, pauta, logra la perfecta armonía entre solista y orquesta. La hermosa música de Joel Díaz es una recreación de nuestro merengue, su talento es evidente y se coloca entre los mejores nuevos compositores dominicanos, el tiempo y la perseverancia serán sus mejores aliados.
El programa continúa con el Concierto en Re mayor Op.35 para violín y orquesta, de Peter I. Tchaikovsky, dirigido por el maestro José Molina, teniendo como solista a la famosa violinista dominicana Aisha Syed. El primer movimiento “Allegro Moderato” inicia con una breve introducción orquestal, luego la solista introduce el primer tema lírico, fascinante, sello inconfundible de este maravilloso concierto. Las bellísimas sonoridades del violín con un brillante “staccato”, son acompañadas por el intenso colorido orquestal. El tema principal culmina en una cadenza, Aisha muestra una técnica magnífica que la lleva al virtuosismo, manifiesto en los arpegios y rápidas escalas, hasta concluir en una vigorosa coda.
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Las cuerdas exponen una dulce melodía, inicia el segundo movimiento “Canzoneta: Andante”, el violín solista acentúa el tono romántico y junto a la flauta y el clarinete en una especie de diálogo, producen un momento sublime. En el tercer movimiento “Allegro vivacissimo”, del rondó final de brillante virtuosismo, se pasa a un segundo tema con un cambio de ritmo y marcados acentos orquestales, escuchamos entonces el frenesí de las danzas eslavas que nos remite al Gopak ruso, interviene el violín alcanzando contornos espectaculares. Aisha Syed provoca emoción y admiración infinita. Detrás de todo el engranaje musical, está la batuta precisa del maestro José Antonio Molina, que permite el pleno disfrute de este emblemático concierto para violín, asombrándonos nuevamente al dirigir sin partituras. El público se levanta de sus asientos, y brinda prolongados aplausos, con un dejo además de orgullo y admiración por su compueblana, Aisha Syed.
Con los aires de nuestra música autóctona cierra la espléndida noche musical, el maestro Molina dirige la obra de su autoría “Fantasía Merengue”, cercana en su forma a la Rapsodia, inspirada en doce temas folclóricos unidos libremente. Excelentemente orquestada nuestra danza nacional en sus dos modalidades –pambiche y bolemengue- alcanza en esta versión sinfónica una dimensión mayor, más universal, y en pinceladas escuchamos los aires de nuestros clásicos folclóricos. La tambora y la güira toman protagonismo, se unen al tutti orquestal, llevándonos esta cadenciosa Fantasía a vibrar finalmente en una fuga, que alcanza sonoridades insospechadas al conjuro mágico del “Jarro pichao”.
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Pianista, compositor y director, José Antonio Molina es un talento musical que ha trascendido más allá de nuestras fronteras y ha llevado a nuestra Sinfónica Nacional a un nivel de excelencia.
El público impregnado de nuestro ritmo, emocionado tras una noche excepcional, aplaudió calurosamente a nuestra Sinfónica Nacional, al director Santy Rodríguez, a los solistas invitados y al maestro Molina, agradeciéndole, además, el haber iniciado la Temporada Sinfónica en el Teatro del Cibao, con la esperanza de que esta iniciativa se convierta en una tradición, para que esa región disfrute de esos eventos sin salir de casa.