Texas. — Los legisladores de Texas fracasaron en general en la adopción de acciones para enfrentar la alta tasa de muertes relacionadas con el embarazo, a pesar de estudios según los cuales el estado tiene la mayor incidencia de ese tipo de muertes no solo en Estados Unidos, sino en todo el mundo desarrollado.
Los legisladores presentaron propuestas para tratar de resolver el problema luego de que un estudio de la Universidad de Maryland descubrió que la mortalidad entre mujeres embarazadas en el estado se duplicó entre 2010 y 2012. Sin embargo, varias iniciativas ni siquiera llegaron a la fase de votación, víctimas de luchas internas republicanas sobre otros asuntos.
“Tuvimos la oportunidad de mover la aguja y en realidad fracasamos”, lamentó la senadora estatal Lois Kolkhorst, republicana por la ciudad de Brenham, al oeste de Houston.
“Con toda seguridad, a medida que avanzamos en la medicina, podemos cuidar mejor a las mujeres en la sociedad actual en comparación con las sociedades anteriores. Estoy muy decepcionada”, agregó.
Debido a que la legislatura estatal terminó sus sesiones por este año, el tema deberá esperar hasta que los legisladores vuelvan a reunirse en 2019.
Kolkhorst presentó una propuesta de ley que contaba con un apoyo amplio. La iniciativa buscaba prologar la existencia de una oficina especial de Texas para combatir la mortalidad materna hasta 2023, pues su plazo actual termina en 2019. La propuesta buscaba permitir que un comité de médicos y especialistas analizaran más de cerca las causas específicas de las muertes relacionadas con el embarazo.
La ampliación de la existencia de la oficina especial es “vital para que podamos entender las causas y las medidas preventivas” para evitar la muerte de tantas madres en Texas, dijo la presidenta del grupo de trabajo, Lisa Hollier.
La oficina fue formada en 2013 para estudiar y combatir lo que los legisladores estatales ya percibían como un aumento en la mortalidad materna.
El verano pasado, el estudio de la Universidad de Maryland encontró que Texas tenía la tasa de muertes entre embarazadas más alta de Estados Unidos. La investigación concluyó también que esta tasa fue la más alta entre todos los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que reportaron sus datos de mortalidad materna, excepto México. Ese estudio no ofreció ninguna explicación de la razón.