Familiares de Ramón Valerio Crispín, quien tras hacer alrededor de 20 disparos en la residencia de su expareja, incendió el vehículo de su propiedad y se suicidó frente a la iglesia San Agustín, en el municipio Haina, expresaron el coronel policial nunca presentó problemas de depresión.
“En realidad no sé decirte qué fue lo que le pasó. Yo hablaba con él todos los días y él me decía tía yo estoy bien, cuando a las 4 y pico de la mañana o a las 5 vinieron llamando, yo no sabía nada… nunca pensé que era así, nunca pensé hasta que yo lo vi que era él. Y no sé qué decirte porque eso me ha dejado con la boca abierta”, dijo consternada la tía que crio a Valerio Crispín.
De igual forma, un tío del oficial que estaba asignado como supervisor de zona en la provincia Barahona, manifestó estar impactado con la decisión que tomó su sobrino, ya que era un hombre con altas cualidades.
“Académico, abogado y coronel de la Policía, nosotros nunca pensamos que él iba a cometer ese acto de barbarie, porque él venía aquí y dialogaba bien con uno”, explicó el pariente.
La tragedia, que ha consternado a la población de Haina, ocurrió la madrugada del lunes.
Valerio Crispín se quitó la vida de un disparo en la cabeza en presencia de agentes policiales que lo perseguían, y de los bomberos que acudieron al lugar a sofocar el incendio del automóvil.
Hasta el momento solo se sabe que la expareja de Valerio Crispin se llama Elisa, con quien tuvo una hija.
Sobre el lamentable suceso reaccionó el director general de la Policía Nacional, mayor general Edward Sánchez.
“Un muchacho joven y preparado; un oficial académico y muy trabajador, son las referencias que tenemos”, dijo el oficial policial.