Un bebé nació en China cuatro años después de la muerte de sus padres, gracias a un embrión fertilizado por ellos e implantado en una madre portadora a petición de los abuelos, informó un medio local.
El niño, llamado «Tiantian» («Dulce-dulce» en chino), nació el 9 de diciembre, anunció esta semana el diario Xinjingbao (Beijing News).
«Sonríe todo el tiempo. Tiene los ojos de su madre, pero se parece más a su padre», declaró una de las dos abuelas del pequeño.
Sus padres, Shen Jie y su esposa Liu Xi, seguían un tratamiento contra la infertilidad cuando murieron en 2013 en un accidente de tráfico.
Los cuatro abuelos llevaron a cabo un largo combate jurídico para obtener los embriones fertilizados en un hospital de Nankín, en el este de China. Como la gestación subrogada es ilegal en China, tuvieron que ir a Laos para encontrar una madre portadora.
«Primero habíamos pensado en un transporte por avión, pero las aerolíneas se negaron todas a llevar el frasco de nitrógeno líquido en el que se encontraban los cuatro embriones», contó al diario un experto en gestación subrogada que ayudó a las familias.
Los embriones se llevaron por tanto a Laos por carretera, tras lo cual la madre portadora laosiana viajó a China para dar a luz.
El bebé permaneció dos semanas en el hospital, el tiempo necesario para que los abuelos se sometieran a pruebas de ADN para demostrar su filiación y su nacionalidad.
El nacimiento de Tiantian suscitó un debate en las redes sociales chinas, en las que muchos usuarios llamaban a legalizar la maternidad subrogada, recordando el drama que viven los numerosos padres de hijos únicos cuando estos fallecen. «Se trata de una familia rica y con relaciones. Pero hay mucha gente que perdió a su hijo único.
El Estado debería ayudarlos por haber obedecido al control de los nacimientos», sugirió un internauta en la red social Weibo. Desde 2016, todos los chinos tienen derecho a tener dos hijos después de tres décadas de política del
hijo único.
El abuelo del bebé declaró a Xinjingbao que esperaría a que su nieto creciera para explicar lo que les ocurrió a sus padres. «Mientras, le diremos que viven en el extranjero».