El golfista estadounidense Tiger Woods han conquistado su quinto Masters, el primer major de la temporada que se ha disputado esta semana en el histórico recorrido de Augusta National, Georgia, 14 años después de su victoria en 2005.
En una hazaña histórica, con 43 años y varias operaciones de espalda, Tiger ha vuelto a hacer rugir a los espectadores convocados en Augusta y delante de los televisores alrededor del mundo, rememorando sus victorias de 1997, 2001, 2002 y 2005.
Con un resultado final de 13 bajo el par, Woods ha prevalecido sobre sus compatriotas Dustin Johnson (-12), Xander Schauffele (-12) y Brooks Koepka (-12) para hacerse con su décimo quinto grande.
“Cada vez que hace algo bien, sea lo que sea, se escucha un rugido. Y cuando ponen su resultado en el tablero de clasificación se escuchan aún más rugidos”, dijo Koepka acerca de los ecos de las ovaciones a Tiger que hicieron temblar el recorrido de Augusta.
La jornada había empezado con el italiano Francesco Molinari en cabeza y compartiendo partido con Woods y el también estadounidense Tony Finau. Molinari llegó a ponerse a tres golpes de ventaja, pero los lagos de Augusta se tragaron una de sus bolas y ahogaron sus posibilidades.
“En lugar de jugar de manera agresiva, hice el swing un poco a la defensiva por el viento. Pienso que no se ha sido mi mejor jornada, aunque estoy muy contento de mis primeros nueve hoyos”, dijo a Efe el golfista italiano, ganador del Abierto Británico de 2018 que ha acabado con -11, junto con los estadounidenses Finau y Webb Simpson, y el australiano Jason Day.
Este domingo de Masters ha sido uno de los más emocionantes que se recuerdan.
Hasta los últimos hoyos, una docena de jugadores tenían posibilidades de victoria, entre ellos los también estadounidenses Patrick Cantlay y Rickie Fowler y el español Jon Rahm, todos con -10.
“Mucha lucha para estar donde estoy y queda mucho por trabajar. En comparación con el resto de los que están arriba me ha faltado una vuelta de -6 o -7 para darme una opción”, comentó Rahm, número 8 del mundo, ha pisado el acelerador en los últimos hoyos con tres birdies y un eagle a partir del hoyo 7.
El otro español en el fin de semana del Masters, Rafa Cabrera Bello, ha remontado tres jornadas deficientes para terminar con -4. “La principal diferencia es que he putteado bien. Ha sido una sensación agridulce porque iba escuchando los rugos de apoyo a Tiger y me hubiera gustado haber estado en ese grupo”, dijo Cabrera Bello.
Por su parte, el argentino Emiliano Grillo no ha logrado superar sus problemas de juego y ha terminado con +8, empatado en el último puesto de la clasificación. Le ha ido mejor al amateur Álvaro Ortiz, el primer mexicano que participaba en el Masters en 40 años.
Ortiz, que ha terminado con -2, ha estado muy cerca de conseguir el mejor resultado de un aficionado, pero al final se ha quedado a un golpe del amateur noruego Viktor Hovland.
El Masters de 2019 pasará a la historia como el año de la reencarnación de Tiger, que hace tan solo 16 meses estaban en el puesto 1.199 el ránking mundial y ahora regresa a la cumbre del golf mundial. Curiosamente, Tiger se ha convertido también en el golfista que ha ganado más dinero en Augusta, por delante de su compatriota Phil Mickelson, al sumar algo más de dos millones de dólares de premio de este año a los casi siete millones y medio que llevaba acumulados en sus 22 apariciones en Augusta.