Ginebra. El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, declaró este jueves que Bashar al Asad no tiene futuro como presidente de Siria y que tendrá que dejar el cargo en el marco de un proceso de paz auspiciado por la ONU.
Las declaraciones de Tillerson ante la prensa se produjeron durante una visita a Ginebra en la que se reunió con el enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, quien intenta organizar una nueva ronda de negociaciones de paz a partir del 28 de noviembre.
Tillerson dijo que la política de Washington no había cambiado, aunque sus declaraciones incluían un lenguaje más duro del hasta ahora mantenido por la administración estadounidense, que en el pasado había dicho que el futuro de Al Asad no era una cuestión prioritaria.
«No creemos que haya un futuro para el régimen de Al Asad o la familia Al Asad», dijo Tillerson.
«Ya lo dije varias veces. El reinado de la familia Al Asad está llegando a su fin, y la única cuestión ahora es saber cómo se producirá este», añadió.
Bashar al Asad, con ayuda militar de Rusia e Irán, no ha abandonado las riendas del país desde el inicio de la guerra civil, en 2011, y no ha cesado de repetir que no dimitirá por la presión de los rebeldes, a los que califica de «terroristas».
Varias potencias occidentales, la oposición siria y los países árabes vecinos de Siria acusan a Al Asad de ser responsable de las 330.000 muertes que ha dejado el conflicto.
Durante la presidencia de Barack Obama, Estados Unidos aseguró en varias ocasiones que los días de Al Asad a la cabeza de Siria estaban contados, pero rechazó recurrir a ataques militares después de que Damasco usara armas químicas.