Tiziano Vecellio nació en Pieve di Cadore entre 1473 y 1490 (la fecha precisa se desconoce), en la actual provincia de Belluno, que, en ese tiempo era parte de la República de Venecia. Heredero de la familia Vecellio, familia rica e influyente, su padre era capitán del ejército veneciano, su madre Lucía, particularmente atractiva, era de origen humilde originaria de Cortina d’Ampezzo. Su madre murió muy joven, cuando Tiziano era aún un niño, Su padre decidió mandar a Tiziano junto al mayor de los cuatro hermanos, a Venecia, donde su tío Antonio que era un funcionario público.

Tiziano demostró inmediatamente una gran predisposición por el arte y el dibujo, inteligentemente su tío lo envió al taller del pintor Gentile Bellini, el pintor oficial de la Serenissima (la República de Venecia).

En el taller, Tiziano aprendió a mezclar y aplicar los colores sobre el lienzo. A la muerte de Bellini, Tiziano pasó a colaborar con Giovanni (hermano de Gentile) también pintor que sucedió a su pariente como artista oficial de la República.

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A finales del siglo XV, Venecia era el Estado más próspero de Europa, tanto militar como culturalmente, un Estado vanguardista con una sociedad cada vez más refinada.

Tiziano aprovecha este periodo de abundancia, para realizar su arte de la manera más elegante y refinada, de su encuentro y colaboración con el pintor Giorgio de Castelfranco, más conocido como Giorgione, Tiziano aprende los aspectos filosóficos y conceptuales de la pintura. No un arte para representar meramente lo real, sino el arte sublime de hace de puente con todas las demás artes, incluyendo la música, en una profunda relación armoniosa. La influencia artística de Giorgione se aprecia desde los primeros retratos realizados por Tiziano: “Ariosto” y la “Schiavona”.

Las primeras obras de Tiziano nos llegan a partir del 1511, y son obras públicas, el fresco desaparecido del Fondaco dei Tedeschi. En la obra “San Marco in trono” de la iglesia de Santo Spirito in Isola se percibe el excelente uso del color y su relación con la luz con el uso apropiado de los tonos rojos, amarillos, azules y vedes.

En Padua, a donde Tiziano se trasladó para escapar de la gran epidemia, recibió un encargo de pintar a fresco la dependencia anexa a la Basílica de Sant’Antonio di Padova. Los tres episodios pintados por Tiziano de la vida de San Antonio son:” Miracolo del neonato”, el “Miracolo del piederisanato” y el “Miracolo del maritogeloso”. Tiziano mezcla el mito religioso con hechos políticos, los personajes aparecen en paisajes reales y se nota opulencia y riqueza en sus vestidos y el físico de estos. Esto se convertirá en una marca distintiva de Tiziano que lo convertirá en el pintor más cotizado de la región del Veneto y superará la competencia de otros importantes artistas como Sebastiano del Piombo y Lorenzo Lotto. El taller de Tiziano se convertirá en el más cotizado de Europa.

Los encargos privados representan una enorme renta económica para su taller. Tiziano inicia una serie de temas sobre el mito griego, obras como “Violante”, la “Nascita di Adone”, “Favola di Polidoro”, “Orfeo ed Euridice”; obras religiosas como “Noli me tangere” o alegorías como las “Treetádell’uomo”.

La imagen de la mujer es fundamental en la obra de Tiziano, obras como “Salome con la testa del Battista”, “Donna allo specchio” y “Flora”, nos transmiten una imagen femenina sensual, refinada, provocante, pintada con colores brillantes y con formas sinuosas, ejemplos de salud y bienestar.

En 1516 muere Giovanni Bellini y Tiziano ocupa el prestigioso puesto de pintor oficial de la Serenissima. A partir de ese año pudo disfrutar de hasta cien ducados al año (una suma enorme para la época) así como la exención de pago de impuestos. Tiziano demostró no solo ser un gran artista, sino también un inteligente hombre de negocios. Invirtió parte de sus ganancias en otras actividades, como por ejemplo el negocio de la madera, etc. Su taller era muy cotizado en toda Europa y esto le garantizaba gran flujo de dinero, su actividad parecía un prototipo de una industria moderna, con colaboradores especializados.

En 1518, Tiziano realiza la “Assunta”, una gran obra para la Basílica de Santa María Gloriosa deiFrari en Venecia. Con la “Assunta”, Tiziano se coloca a la par con los grandes gigantes del Renacimiento, Miguel Ángel y Rafael, y coloca Venecia en medio de la gran renovación artística, social y económica de la época. Los colores aplicados de esa manera tan personal y especial que no son solo un fondo de la obra, dan forma a la imagen, representando su esencia y sustancia como no se había visto antes en la pintura veneciana. El movimiento armonioso con la vibrante expresión de los gestos de los personajes debajo la Virgen y la posición asimétrica del Divino arriba, el maestro divide la obra en dos partes increíblemente equilibradas. Tiziano es un maestro de la brillantez, la vivacidad cromática y los tintes de colores puros. Sus obras dan una sensación de materialidad nunca vista anteriormente. Con la obra “Pala Pesaro” (1519-1526), Tiziano alcanza su máximo apogeo.

Tiziano era rico y poderoso, tanto de permitirse rechazar invitaciones para trabajos fuera de Venecia (incluyendo las del Papa), aunque aceptó ir por poco tiempo a Ferrara y Mantua. Para Alfonso d’Este, Duque de Ferrara, pintó “Festa degli Amorini”, “Bacco e Arianna” y “Baccanale degli Andrii”. Para la corte de los Gonzaga de Mantua, pintó “I’ Uomo dal guanto”, “Ritrato di Federico II Gonzaga” y la “Madonna del Coniglio”.

En 1523, con la caída de Constantinopla y el saqueo de Roma, el duque veneciano Andrea Gritti decidió hacer de Venecia la Nueva “Urbe” (Renovatio urbis Venetiarum). Artistas como Tiziano, Pietro Aretino y Jacopo Sansovino dieron vida al periodo más floreciente artísticamente de la Serenissima. En 1529 con la ayuda de Aretino, Tiziano conoce al emperador Carlos V d’Asburgo, rey de España, rey de Nápoles, rey de Cerdeña y rey de Sicilia. De esa época las obras: “Retrato de Carlos V con el perro”, “Retrato de Isabel de Portugal y el famoso “Retrato de Carlos V en caballo” (una de las pinturas más importantes del periodo, y de toda la historia del arte, específicamente de la pintura barroca.

En 1545, Tiziano viaja a Roma invitado por el papa Pablo III Farnese. En Roma conoció a Miguel Ángel, que terminaba el fresco el “Juicio Final”.

Para los Farneces, pintó “Danae”, “Retrato de Pablo III”, Retrato de Ranuccio Farnese”, “Retrato de Pablo III con sus sobrinos Alessandro y Ottavio Farnese”.

A su regreso a Venecia en 1548, artistas como Jacopo Robusti (Tintoretto) y Paolo Veronese, eran muy apreciados. Tiziano tenía la capacidad de renovarse para estar al día con los tiempos, en su último periodo realiza obras extraordinarias como “Master Dolorosa”. “Deposizione del Sepolcro” y el “Martirio de San Lorenzo”.

El trazo ahora es irregular, el color a pinceladas amplias, grumosas, de gran equilibrio cromático, el estilo es nervioso y los contornos de las figuras inconstantes muchas veces solo esbozados por rápidas pinceladas.

A su muerte, el 27 de agosto de 1576 a la edad de 95 años, Tiziano fue el pintor más rico, fascinante e importante no solo de su tiempo, sino de toda la Historia del Arte.