Volvo acaba de hacer público que su producción de autos, en un próximo futuro, serán formadas solo por modelos con sistemas de propulsión híbrida o eléctricos, diciendo adiós de manera definitiva a los motores diésel y gasolina.
Esta decisión es sumamente importante, ya que cualquier Volvo que se comercialice en aproximadamente un año y medio utilizarán motores de estos tipos. Se trata de una decisión que, antes o después, tendrán que llevar a cabo todas las marcas de autos, si bien lo realmente impactante en este caso es que Volvo lo ha hecho de forma tan sorpresiva. Además, esto implica que durante los próximos meses asistiremos a presentaciones de todas las nuevas gamas de autos electrificadas que sustituirán a los actuales motores de combustión interna.
Así las cosas, se espera que entre el 2019 y el 2021 se den a conocer cinco nuevos modelos con motor completamente eléctrico, de los que tres pertenecerán a la gama Volvo y otros dos a la división deportiva de la marca, denominada Polestar -la cual tampoco se librará de la electrificación-. Todos estos nuevos autos se verán complementados por una amplia gama de vehículos híbridos enchufables y de alternativas semis híbridas con baterías de 48V. ¿El objetivo de Volvo? Que su impacto en el medio ambiente en 2025 se reduzca a cero y vender un millón de vehículos electrificados.