JOSÉ A. ESPINAL Y ARIDIO PERDOMO
La tormenta Isaías impactó esta provincia con fuertes lluvias y vientos provocando inundaciones en sectores del casco urbano y algunos municipios, daños a viviendas, empresas y a la agropecuaria, sin que se registraran pérdidas humanas.
La tormenta impactó entre las 3:30 y las 5:30 de la tarde del pasado jueves, pero el viernes los aguaceros continuaron de manera moderada.
Desde la mañana de ayer brigadas del cabildo realizaron intensas jornadas de limpieza para recoger en las calles escombros, árboles derribados, techos de zinc y otros materiales.
El director provincial de la Defensa Civil, Wáscar García, indicó que sólo se registraron daños materiales y que no fue necesario el uso de albergues, al tiempo de señalar que muchas personas han iniciado por sí mismas la reparación de los daños ocasionados por el fenómeno natural a sus propiedades.
Sin embargo, la entidad inició una evaluación para determinar el número de viviendas afectadas por los fuertes vientos de la tormenta Isaías.
Previo a la llegada de la tormenta al territorio dominicano, las autoridades tomaron medidas preventivas para que no sufrieran daño las familias que residen en las zonas bajas, tales como Playa Oeste, El Javillar y Monomojao.
Inundaciones. Por efecto de las lluvias se produjo la crecida de los ríos Camú, Muñoz, Cabía, San Marcos y Bajabonico, causando daños a sembradíos agrícolas, arrastre de animales, como cerdos y gallinas, debido a las inundaciones de esos importantes afluentes.
Daños en otros municipios. En el municipio Villa Isabela numerosos árboles fueron derribados, y el alcalde Ruddy Leandro Gómez encabezaba las actividades de retiro de los mismos.
También se reportaron daños a la agricultura en los municipios Altamira, Imbert, Guananico, Mamey y Luperón, donde además algunas viviendas sufrieron daños diversos.
En Las zonas más afectadas del municipio Montellano, el alcalde Héctor Padilla encabezó un operativo de limpieza de escombros.
Asimismo, en el municipio Sosúa se reportaron algunos daños a viviendas y empresas de telecomunicaciones, ya que los vientos derribaron varias antenas destinadas a los servicios que estas ofrecen.