LOS ÁNGELES. Los científicos que examinan las muertes de tortugas del desierto hembras en California indicaron que aparentemente los animales fallecieron al quedarse sin agua ni energía para poner huevos durante la histórica sequía en el estado.
Los investigadores quieren saber por qué las hembras están muriendo en números mucho más elevados que los machos en el Parque Nacional Joshua Tree.
El biólogo del Servicio Geológico federal Jeffrey Lovich cree que los animales murieron durante un intento desesperado por evitar la extinción. Lo llamó una “apuesta evolutiva”: elegir intentar reproducirse pese a las condiciones adversas.
“Las hembras harán todo lo posible por intentar incubar unos cuatro huevos”, dijo el martes Lovich a The Associated Press. “Lo harán durante una sequía, cuando no pueden encontrar el agua que necesitan, con tal de tener una oportunidad de ganar en el juego de la vida”.
Un equipo encabezado por Lovich investigaba un área de varios kilómetros cuadrados cuando descubrió los restos de 14 tortugas hembra y cuatro machos, así como cinco ejemplares vivos, machos en su mayoría.
Al juzgar el deterioro de los cadáveres y calcificación de los huesos, Lovich concluyó que los animales murieron durante los últimos cinco o 10 años, un lapso en el que se incluyen cinco años consecutivos de sequía extrema.
Uno de los inviernos más húmedos de California en años provocó que las autoridades declararan el fin de la histórica sequía en casi todo el estado. Pero Lovich indicó que el riesgo para las tortugas podría persistir en las áreas desérticas, en donde las temperaturas van en aumento y el forraje disminuye a causa del calentamiento global.
Durante las últimas tres décadas, la población de tortugas en Joshua Tree se ha desplomado de cerca de 30.000 ejemplares a tan solo unos 3.000, la cifra más baja de la que se tenga registro.
Las tortugas del desierto son una especie amenazada que a menudo pueden vivir unos 50 años en estado silvestre, aunque algunos ejemplares pueden alcanzar los 80 años.