Japón.- Una empresa enfocada en nuevas tecnologías respaldada por el fabricante de automóviles japonés Toyota desarrolló un modelo de prueba que los ingenieros esperan que se convierta en un auto volador con el que su conductor sea capaz de encender la antorcha olímpica en los juegos de 2020 en Tokio.
Por ahora, sin embargo, el prototipo es solo un marco de aluminio con ocho hélices que apenas puede despegar y cae en cuestión de segundos.
Toyota Motor Corp. ha invertido 42,5 millones de yenes (386.000 dólares) en la startup Cartivator Resource Management para que desarrolle su llamado «Sky Drive».
Durante un vuelo de prueba el sábado en la ciudad donde el fabricante de automóviles tiene sus oficinas corporativas, el prototipo —del tamaño de un automóvil pequeño y cargado de baterías y sensores— hizo mucho ruido y levantó mucha arena.
El modelo despegó y se mantuvo a la altura de los ojos durante varios segundos antes de inclinarse y caer. Varios balones de baloncesto unidos a su base sirvieron de amortiguadores. Después de varios intentos, la exhibición tuvo que ser cancelada cuando una de las cubiertas se separó del marco y se rompió, dañando varias hélices.
El líder del proyecto, Tsubasa Nakamura, dijo que el objetivo de Cartivator es ofrecer una transición suave de la conducción de un auto al vuelo, como en el mundo de «Volver al futuro». «Siempre me encantaron los aviones y los coches y mi viejo sueño ha sido tener un vehículo personal que pueda volar e ir a muchos lugares», dijo a The Associated Press.
Toyota también está explorando el negocio de los vehículos ecológicos —como los coches híbridos, eléctricos y de pilas de combustible— y está buscando convertirse en una empresa de energía.