Trabas al acceso a la energía solar barata y amigable

Trabas al acceso a la energía solar barata y amigable

La generosidad gratuita del astro rey, proveedor que no factura ni su luz ni su calor y es fuente inagotable de energía limpia, encuentra absurdas restricciones a que pueda ser aprovechada ventajosamente en la República Dominicana. La burocracia energética oficial tiene recargada de restricciones la instalación de paneles solares en techos de hogares y empresas. La persistente renuencia a permitir que el país avance hacia la obtención de electricidad de cero daño al ambiente causa, por vía de consecuencias, un efecto de sobreprotección a la quema de carbón y petróleo que ha puesto a la humanidad entre la espada y la pared con emanaciones responsables en alta proporción del calentamiento global, uno de los principales problemas que confronta la humanidad en este momento.

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No dar paso a una gradual reducción de la elevada dependencia de combustibles de origen fósil va además en contra de la urgencia de superar el peso creciente de subsidios que el sistema reclama por las formas tradicionales de generar y comercializar la energía, una onerosa carga para el fisco acostumbrado a cubrir déficits descomunales postergándose viciosamente la eliminación de ineficiencias en operaciones y distribución de la corriente eléctrica. A un barril sin fondo van recursos que deberían destinarse a otros fines asistenciales y desarrollistas. El astro rey está entorpecido, como maravilloso proveedor, por absurdas directrices y apadrinamiento estatal a imperfecciones.

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