Debido a que no existe ningún protocolo migratorio entre Haití y la República Dominicana en las oficinas diplomáticas, el reingreso de nacionales haitianos al país se facilita en estas fechas ya que los cónsules enfocan sus funciones al plano mercurial y no a las depuraciones que corresponden.
Así lo expresó ayer el congresista por la provincia de Elías Piña, Aris Yván Lorenzo, quien se quejó de que ante tales circunstancias esto fomente la presencia masiva de nacionales haitianos ante la vista de las autoridades.
De manera legal a territorio dominicano ingresan por la frontera sin ningún tipo de formalidad migratoria un estimado de 150 mil nacionales haitianos, los cuales son registrados en los consulados de Puerto Príncipe, Cabo Haitiano, Juana Méndez, Anse-à-Pitre y la sección consular de Belladère.
Según Lorenzo, solo basta que cualquier ciudadano haitiano mande su pasaporte con un buscón al consulado y de inmediato le colocan la estampilla que le otorga el visado y que tiene un precio entre los 100 y 250 dólares.
Puso como ejemplo que un cónsul en Puerto Príncipe podría facturar mensualmente 800 mil dólares; el de Cabo Haitiano conseguiría la friolera de 300 mil dólares mensuales; el consulado de Juana Méndez haría 150 mil dólares y el que está en Ansa Pitre 125 mil dólares, mientras que la sección consular de Beladere le genera 200 mil dólares al encargado.
De este monto la Cancillería percibe entre 20 y 40 dólares por las estampillas y lo que resta pasa a los bolsillos del cónsul a modo de “honorarios consulares”.
“Esto hace que no se aplique ningún tipo de protocolo de salida ni entrada. Un haitiano puede entrar con un permiso de tres meses, pero al regreso no tiene ninguna consecuencia si este se pasa del tiempo establecido”, dijo Lorenzo quien señaló a diciembre y enero como los meses donde se inicia el éxodo, que incluye a los más de 300 mil que entran ilegalmente.
Denunció que ante el deseo voraz de facturar, los cónsules no les importa investigar si los que aplican a la estampilla son delincuentes o cometieron crímenes y están huyendo de Haití.
“No se depura, no se investiga, ni se establecen consecuencias cuando estos se pasan del período de ingreso al país con un visado de trabajo, estudio o de turista, porque no hay un seguimiento”, reveló el senador de Elías Piña.
Condenó el poco interés de las autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores y las demás entidades sobre el tema.