La tecnología digital es omnipresente. Dependemos cada vez más de los teléfonos inteligentes, las tabletas y las computadoras y esta tendencia se ha acelerado debido a la pandemia.
La sabiduría convencional nos dice que la dependencia excesiva de la tecnología puede reducir nuestra capacidad para recordar, prestar atención y ejercer el autocontrol.
De hecho, estas son habilidades cognitivas importantes. Sin embargo, es posible que los temores de que la tecnología suplante a la cognición no estén bien fundamentados.
La tecnología altera la sociedad
Sócrates, considerado por muchos como el padre de la filosofía, estaba profundamente preocupado por cómo la tecnología de la escritura afectaría a la sociedad.
Dado que la tradición oral de pronunciar discursos requiere cierto grado de memorización, le preocupaba que la escritura eliminara la necesidad de aprender y memorizar.
Platón escribió célebremente, citando a Sócrates:
Si los hombres aprenden esto, implantará el olvido en sus almas; dejarán de ejercitar la memoria porque se apoyan en lo escrito, llamando las cosas a la memoria ya no desde dentro de sí mismas, sino por medio de marcas externas.
Este pasaje es interesante por dos razones. Primero, muestra que hubo una discusión intergeneracional sobre el impacto de las nuevas tecnologías en las habilidades cognitivas de las generaciones futuras.
Esto sigue siendo cierto hasta el día de hoy: el teléfono, la radio y la televisión han sido descritos como precursores del fin de la cognición.
Eso nos lleva a la segunda razón por la que esta cita es interesante. A pesar de las preocupaciones de Sócrates, muchos de nosotros todavía podemos memorizar información cuando es necesario.
La tecnología simplemente ha reducido la necesidad de ciertas funciones cognitivas, no nuestra capacidad para ejecutarlas.
Empeoramiento de la cognición
Además de las afirmaciones de los medios se ha interpretado que algunos hallazgos científicos sugieren que la tecnología digital puede conducir a una memoria, atención o funcionamiento ejecutivo más deficientes.
Sin embargo, al examinar estas afirmaciones, se advierten dos importantes suposiciones argumentativos.
La primera suposición es que el impacto tiene un efecto duradero sobre las capacidades cognitivas a largo plazo.
La segunda es que la tecnología digital tiene un impacto directo y no moderado en la cognición.
Sin embargo, ambas suposiciones no están respaldadas directamente por hallazgos empíricos.
Un examen crítico de la evidencia sugiere que los efectos demostrados han sido temporales, no a largo plazo.
Un beneficio significativo es que la capacidad cognitiva interna que se libera de tener que realizar funciones especializadas como recordar una cita del calendario queda libre para otras tareas.
Esto, a su vez, significa que podemos lograr más, cognitivamente hablando, de lo que nunca antes podíamos.
Como tal, no es necesario considerar que la tecnología digital compite con nuestro proceso cognitivo interno. En cambio, complementa la cognición al ampliar nuestra capacidad para hacer las cosas.