Una de las peores aberraciones de la política vernácula, vuelve a ser tema de discusión pública luego de que la alcaldesa de San Juan de la Maguana, Hanoi Sánchez, se juramentó el pasado domingo junto a un grupo de seguidores en el oficialista PRM, otro cambio de chaqueta que demostró que si pasar de un partido a otro fuera un deporte olímpico a la política sanjuanera habría que premiarla con una medalla de oro.
Las críticas de sus excompañeros en la Fuerza del Pueblo no se hicieron esperar, empezando por su compueblano el senador Félix Bautista, uno de los “aguacates” que abandonó el PLD desde que resultó electo, quien dijo no haberse sorprendido del paso que dio. Y recordó que en el 1996 Hanoi pasó del PRSC al PLD, y luego a la Fuerza del Pueblo del expresidente Leonel Fernández Reyna.
Quien dicho sea de paso, mantiene las puertas de la organización abiertas a todos los peledeístas que quieran acompañarlo, con la calculada esperanza de crecer a expensas de los que abandonen el partido del que fue presidente durante casi veinte años.
Pero los que hoy critican con vehemencia a los que se fueron, ayer aplaudieron y recibieron con los brazos abiertos a los que llegaban desde otras organizaciones políticas, y por eso vimos al presidente del PRM, José Ignacio Paliza, saludando en su cuenta de twiter a “la alcaldesa histórica de San Juan de la Maguana”, zalamería que coronó con un jubiloso “¡Contigo somos mejores!”.
Como se ve, ninguno de nuestros partidos puede tirar la primera piedra criticando o rechazando el aberrante transfuguismo, pues en esa materia todos se comportan de la misma manera.
Y si se comportan de la misma manera es porque todos son iguales, como evidencian hechos y comportamientos, por lo que el transfuguismo seguirá enseñándonos la peor cara de los políticos; una cara que han demostrado que no quieren cambiar, aunque de la boca para fuera digan lo contrario.