De manera tímida se movía el flujo de pasajeros hacia las localidades del interior desde Santo Domingo, excepto para la provincia La Altagracia, lo que conductores y sindicatos atribuyen a la pandemia del covid-19 y las restricciones dispuestas por las autoridades.

Los conductores de minibuses y autobuses estiman que la reducción de usuarios es de cerca de 50% con relación a igual período de años anteriores, por lo que reciben un ingreso deficitario que no cubre los gastos de pago de mensualidades por las unidades, mantenimiento y otros.

Terminales como las del kilómetro 9 de la Autopista Duarte, que tradicionalmente se convierten en un mar humano para épocas como la actual, ayer lucía normal ante el grito de los sindicatos y conductores.

Carmelo Santos, de la ruta Santo Domingo San Francisco de Macorís, estima que el flujo de usuarios ha disminuido en más de un 50% en relación al año pasado para la misma fecha, lo que atribuye al coronavirus, ya que al parecer muchos no quieren arriesgarse.
“Así como está no cuadra, pero de todas maneras hay que ofrecer el servicio a los pasajeros, además solo se permite ocupar un 60% de los asientos”, expone.

Darío Mateo, supervisor de los transportistas para la Región del Cibao, definió como muy baja la afluencia de pasajeros para esa zona del país, y que de unas tres mil unidades con que cuentan, pasado el mediodía de ayer ni siquiera cien habían salido de la terminal.
Sostuvo que además de la incidencia del covid-19, la gente no cuenta con dinero suficiente para trasladarse hacia las localidades del interior.

Para el Este. El grito de los choferes también se escuchaba en las rutas desde Santo Domingo hacia las provincias del Este del país, excepto para La Altagracia, donde se observó un aumento de pasajeros. Ramón Mártires Acosta, encargado del control de la Asociación del Transporte Público de Pasajeros San Pedro de Macorís, estima en menos de un 60% la cantidad de pasajeros hacia esa provincia si se compara con años anteriores.

Estima que al parecer por el coronavirus la mayoría de los dominicanos optó por quedarse en sus hogares y no exponerse a contraer el covid-19, otros por la difícil situación económica que vive el país.

La misma situación se observó en las paradas de minibuses y autobuses de La Romana, Hato Mayor y el Seibo.

En cambio, Luis Peña, controlador de la Asociación de Dueños y Propietario de Autobuses de la provincia La Altagracia, informó que ayer salieron muchos pasajeros hacia esa zona turística del país, por lo que despachaban un autobús cada diez minutos.

El Sur. “Ni gente ni dinero”, respondió Juan Carlos, de Transporte del Valle, quien esperaba llenar su unidad para dirigirse desde la Duarte con 27 de Febrero hacia San Juan. Expresó que en años anteriores las unidades entraban y salían de inmediato por la gran cantidad de personas, pero ayer estaban varados.

Willy de Jesús, de la ruta SD Elías Piña, afirmó que con los pocos pasajeros que consiguen no pueden pagar siquiera las mensualidades de sus unidades, menos para su mantenimiento.

Rafael de la Cruz, de la Compañía de Transporte de Pasajeros Jimaní, esperaba desde temprano pasajeros para trasladar pasajeros hacia esa localidad de la frontera, pero eran muy pocos para emprender el viaje ya cerca de las 11:00 am.