Las empresas de transporte privado, urbano e interurbano advierten a las presentes y futuras autoridades que un nuevo toque de queda por 45 días los obligará a cerrar sus terminales sin importar el horario dispuesto.

Fernando Báez, presidente de Transporte Tenguerengue que hace la ruta San Juan-Santo Domingo, afirma que con los primeros cierres por covid-19 muchos de sus compañeros quebraron porque no pudieron cumplir con los pagos con las casas comerciales que les vendieron unidades.

Además de Tenguerengue en esta ciudad opera Del Valle Tours, con la ruta San Juan-Santo Domingo, así como San Juan-Las Matas, San Juan-Comendador, San Juan-Vallejuelo, San Juan-Sabaneta y San Juan-Azua, entre otras.

“A nosotros, un sector que del que dependemos miles de hombres y mujeres, en medio de esta pandemia hemos sido olvidados por el Gobierno dentro de los planes de colaboración, por lo que pedimos al momento de decidir las nuevas medidas no terminen de liquidarnos”, expresó Fernando Báez.

Lamentó que no le ha quedado otra alternativa que suspender a la mayoría de los empleados de la oficina, a los cobradores y de limpieza porque sus ingresos se han reducido a menos del 50% en comparación a épocas normales.

Báez manifestó que algunos propietarios de unidades, en un esfuerzo por sobrevivir, han retirado a los choferes para ellos mismos tomar “el timón de sus vehículos” pero dijo que aun así continúan quebrados por las pocas personas que están viajando desde y hasta esta ciudad.

“Nosotros estamos conscientes que el Gobierno no trajo el virus, tampoco lo estamos culpando de nuestra quiebra, lo que reclamamos es que los funcionarios de las entidades públicas que tienen que ver con el transporte en el país se sienten y discuten en forma amigable, fría, con la verdad sobre la mesa, y se diseñe un plan de colaboración efectiva que posibilite mantenernos operando”, precisa el dirigente choferil Fernando Báez.