El trasplante hepático se considera la terapia estándar en el manejo de la falla hepática aguda o crónica (cirrosis) de todas las causas con una sobrevida de hasta el 96% al año, y alrededor de 71% a los 10 años.
La cirrosis hepática y el cáncer de hígado se encuentran entre las primeras 10 causas de muerte en los países de bajos o medianos ingresos, según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En parte es provocado por la baja disponibilidad de órganos que puedan ayudar en el tratamiento de la enfermedad.
Más de 800 mil personas mueren cada año en el mundo por cirrosis hepática.
Los programas de trasplante, aunados a políticas públicas han tenido el gran reto de incentivar la donación de órganos para minimizar el tiempo en lista de espera de los pacientes que aguardan recibir un órgano y con ello salvar su vida.
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Por eso expandir los programas de donación de órganos sigue siendo de los objetivos que necesitamos alcanzar.
Son múltiples las causas que desencadenan falla hepática aguda o crónica, desde la intoxicación por fármacos tan comunes como el acetaminofén hasta enfermedades inmunológicas e infecciosas, pasando por un espectro amplio de patologías, entre las cuales se encuentran enfermedades frecuentes como la hepatitis producida por los virus hepatitis B o C, la disfunción metabólica asociada a enfermedad esteatósica del hígado (MAFLD, mal llamado hígado graso), hepatitis autoinmune o alcoholismo, llegando a patologías agudas pero de curso fulminante como las provocadas por el virus de la hepatitis A o B, drogas o agentes tóxicos.
Tenemos modelos analíticos que nos ayudan a elegir y a poder colocar a los pacientes según su gravedad en lista de espera, los más utilizados son el MELD o MELD NA y el CHILD-PUGH, en el caso de los pacientes con cáncer hepático, colangitis biliar primaria y colangitis esclerosante primaria se añaden puntos extras de acuerdo a su condición (por su rápida evolución y tasa de mortalidad) y a resultados de laboratorio que indiquen mayor gravedad y peor tasa de sobrevida.
Pacientes, cuándo se es candidato a trasplante
Los pacientes que presentan falla hepática aguda y aquellos pacientes crónicos con signos evidentes de descompensación como ascitis, sangrado variceal (sangrado digestivo), encefalopatía hepática o síndrome hepatorrenal deben ser referidos a un programa de trasplante para ser evaluados y colocados en una lista de espera que les permita optar por esta opción terapéutica.
Muchos pacientes con cirrosis hepática pueden mejorar con tratamiento farmacológico la descompensación, pero incluso ante la posibilidad de reversión del episodio su evaluación para trasplante no debería dilatarse, ya que la mejoría no es invariable aun se utilice terapia específica, y analizando que el paciente puede durar varios meses en lista de espera antes de conseguir un órgano que le favorezca.
A la hora de elegir un paciente para trasplante siempre nos preguntamos:
- ¿El beneficio y la sobrevida está por encima a la que el paciente puede obtener en el manejo de su condición según los índices pronósticos para su patología?
- ¿Existen problemas de abuso de drogas o sustancias que deben abordarse previo a contemplar el trasplante hepático?
- ¿Existen condiciones comórbidas que impidan el éxito del trasplante? Como enfermedades cardiacas o pulmonares graves
- ¿Se pueden tratar comorbilidades o problemas psicosociales antes del trasplante que favorezcan el resultado del mismo? Obesidad en caso de MAFLD, por ejemplo.
Se realizan diferentes evaluaciones previo a la recepción de un trasplante desde la consulta inicial con el hepatólogo que le guiará en el proceso, pasando por laboratorios, imágenes y diferentes consultas (cardiología, cirugía, anestesia, odontología, psicología, nutrición) minimizando la brecha de complicaciones y maximizando el resultado favorable.
Preguntas frecuentes
¿Quiénes son candidatos para trasplante hepático?
Pacientes con enfermedad crónica del hígado (cirrosis), falla hepática aguda, hepatocarcinoma.
¿Cómo saber si califico para trasplante si ya sé que tengo una enfermedad crónica hepática?
Es importante la evaluación con el médico hepatólogo para establecer la viabilidad del procedimiento.
¿Existen contraindicaciones para trasplante hepático?
Si, tumores hepáticos metastásicos, enfermedad cardiaca o pulmonar severa, tumor maligno extrahepático, sepsis no controlada y otras más que serán discutidas al momento de la evaluación o descubiertas durante el proceso de estudio.
Después del trasplante ¿Qué esperar?
El paciente será sometido a terapia inmunosupresora para evitar el rechazo del órgano, que es más común en los primeros seis meses post trasplante, evitar los riesgos asociados a la terapia.
¿Cuál es el éxito del trasplante hepático?
Con la mejora de las técnicas quirúrgicas, criterios de selección y terapia inmunosupresora se ha alcanzado un 96% de sobrevida al año y un 71% a los 10 años aproximadamente.
Glosario médico
Cirrosis:
Enfermedad crónica e irreversible del hígado caracterizada por nódulos de regeneración y fibrosis que obedece a diferentes causas.
Trasplante:
Procedimiento de reemplazo de un órgano, tejidos o células de un cuerpo conocido como donante hacia un receptor con la finalidad de restaurar funciones fisiológicas perdidas.