Según la percepción de los especialistas, todavía existe mucho desconocimiento sobre estos tratamientos rejuvenecedores e, incluso, se relacionan con uno solo, el del bótox (nombre comercial y popular de la toxina botulínica) que la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) considera un medicamento seguro, empleado desde hace más de veinte años en muchas especialidades médicas.
“La gran mayoría de la gente no diferencia unos tratamientos rejuvenecedores de otros y por eso es necesario que les expliquemos cuál es el más adecuado para lo que cada persona requiere”, apunta la doctora Concepción Valdés, coordinadora clínica de la Unidad de Medicina Estética de la Policlínica Barcelona.
Aquellas personas que desean someterse a tratamientos rejuvenecedores se preocupan, entre otras cosas, por los posibles efectos secundarios (que no presentan, excepto “algún moradito” a consecuencia del pinchazo, afirma la doctora) o tienen como referencia algún personaje famoso al que suelen poner como ejemplo para no caer en excesos.
“La gente de la calle busca la naturalidad, hacerse algo sin que parezca que te lo has hecho. Por eso hay que hacer el tratamiento correctamente y sin abusar. Hay que llevar los años bien llevados, pero no aparentar veinte menos, es antinatural”, afirma la doctora.
La toxina botulínica, el ácido hialurónico y la mesoterapia son tratamientos con resultados inmediatos que pueden aplicarse de forma individual o combinada bajo la supervisión de un médico titulado y especialista.
Si se aplican de forma simultánea pueden optimizar resultados y alargar los efectos en el tiempo, que suele ser de entre 6 y 12 meses ya que se absorben de manera paulatina, explica la doctora.
Aunque comparten algunos aspectos, cada tratamiento tiene una finalidad muy definida.
Diferencias entre los tratamientos rejuvenecedores
Bótox o toxina botulínica
Este producto relaja los músculos de forma temporal, hecho que hace disminuir las arrugas al reducir los movimientos marcados en las líneas de expresión y evitando que la piel se dañe más y que la profundidad de la arruga aumente.
Está dirigido a aquellas personas que empiezan a notar la aparición de líneas finas en su rostro, a partir de los 35 años, y a aquellas que quieran corregir arrugas en el entrecejo, la frente y el contorno de los ojos como las patas de gallo.
“Si se hace con mesura, este tratamiento queda muy natural. Si nos pasamos aparece un rostro sin expresión, que le cuesta hasta reir”, señala la especialista.
La duración de la toxina botulínica, en la primera aplicación, es de seis u ocho meses, pero se puede alargar hasta un año si se realiza un mantenimiento.
Ácido hialurónico
El ácido hialurónico es una molécula que se encuentra en el organismo de forma permanente y natural y se encarga de hidratar y mantener tersa la piel. El ácido hialurónico retiene el líquido bajo la dermis, para, desde el interior, tensarla y mantenerla luminosa. A partir de los 25 años esta molécula empieza a disminuir, hecho que provoca la deshidratación y aparición de arrugas en la piel. Por ello, se utiliza con el fin de devolver el aspecto original y juvenil de la piel.
Al inyectarlo, se rellenan las arrugas y se devuelve la concentración de ácido hialurónico inicial. Este tratamiento está especialmente recomendado para el tercio inferior de la cara y es altamente eficaz en el relleno de los pómulos, surcos nasogenianos y arrugas alrededor de los labios.
Además, es muy eficaz en el relleno de los labios para aumentarlos, el realzamiento de los pómulos, la corrección de pequeños huecos en el mentón e, incluso, para mejorar el aspecto de cuello, escote y manos.
“Es de relleno, por eso hay que controlar la cantidad para evitar caras exageradas, pero se reabsorbe en el peor de los casos, indica la doctora.
Mesoterapia facial
La mesoterapia facial es un tratamiento que consiste en infiltraciones de ácido hialurónico con vitaminas, que proporcionan un rejuvenecimiento que retrasa la aparición de arrugas y líneas de expresión. Este tratamiento se recomienda a partir de los 35 años de edad para obtener un aspecto más sano y vital de la piel de cara, cuello, escote y manos.
La combinación de estos tres tratamientos rejuvenecedores puede ser muy recomendable en algunos casos en que las arrugas estén muy marcadas o concentradas.
En estos casos, los músculos relajados con toxina botulínica permiten que las infiltraciones de ácido hialurónico duren más tiempo y tenga un efecto más visible. Además, permite eliminar pequeñas líneas de expresión que tras la aplicación del bótox aún quedan visibles, permitiendo mejorar los resultados finales.