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SANTIAGO.- Kelvin Francisco Núñez Morel (Payaso Kanqui), acusado de abuso sexual contra varios menores de edad, algunos de los cuales laboraban en su empresa, deberá continuar en el Centro de Corrección y Rehabilitación Rafey-Hombres, luego que la jueza del Cuarto Juzgado de la Instrucción de este distrito judicial, ratificara ayer la medida de coerción de tres meses de prisión preventiva. La jueza Chanel Grullón de León rechazó la solicitud de los abogados del imputado. Hoy/Wilson Aracena 14/01/20
El animador infantil, Kelvin Francisco Núñez, conocido popularmente por su papel del payaso Kanqui, fue condenado este martes a 12 años de prisión y el pago de una multa de 200 mil pesos por los cargos de abuso sexual en perjuicio de varios jóvenes que al momento de los hechos imputados al acusado eran menores de edad.
La decisión fue adoptada por los jueces del Primer Tribunal Colegiado del Distrito Judicial de Santiago, quienes además impusieron una indemnización de dos millones de pesos en contra del sentenciado, según reseña un publicación en la red social en Twitter del abogado Félix Portes.
Previo al fallo, el Ministerio Público solicitó a los jueces del tribunal imponer una condena de 20 años de prisión, por las acusaciones de violación, abuso y agresión sexual en contra las víctimas. Esta solicitud también fue respaldada por los querellantes, según reseña Portes.
El payaso Kanqui fue detenido por presunto abuso sexual en abril del 2019 tras su regreso de Estados Unidos por el Aeropuerto Internacional del Cibao, terminal por la cual arribó. Tras su detención, dijo que estaría dispuesto a colabor con las autoridades.
Posteriormente, el 12 de dicho mes el Cuerto Juzgado de la Instrucción, desempeñándose como Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente de Santiago, le impuso tres meses de prisión preventiva, como medida de coerción, luego de acoger las evidencias documentales y testimoniales del Ministerio Público.
En el expediente, el Ministerio Público lo acusó de de violación, agresión y acoso sexual de varios menores de edad, que ahora son adultos con edades entre 22 y 27 años. Las identidades las víctimas fueron omitidos por asuntos legales.
