“Patria, Patria, ¿Qué es lo que somos? ¡Trinitarios!” Así se identificaron decenas de jóvenes que se manifestaron en la estación Juan Bosch del Metro, para expresar su apoyo al cierre de la frontera. Los jóvenes, portando banderas y vociferando la consigna “el pueblo unido jamás será vencido”, explicaron que decidieron realizar esa manifestación para reclamar que se mantenga el cierre de la frontera para preservar la soberanía dominicana, amenazada por la presencia de nacionales haitianos en suelo dominicano.

Pero no todos los que se autoproclaman trinitarios muestran sentimientos tan patrióticos ni se preocupan por la soberanía amenazada por la inmigración ilegal, pues no hay nada más alejado de los ideales que acunaron los padres fundadores de la nacionalidad con la creación de la sociedad secreta La Trinitaria que las pandillas y organizaciones criminales que en su nombre cometen todo tipo de tropelías.

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La mayor y más peligrosa organización criminal con sede en Nueva York, compuesta principalmente por dominicanos y estadounidenses descendientes de dominicanos, como la describe Wikipedia, lleva por nombre Los Trinitarios. Así se hacen llamar también los integrantes de la banda latina más peligrosa y violenta de las que operan en Madrid, España, convirtiéndose en un quebradero de cabeza para la Policía por su agresividad, según una reseña del periódico español El Mundo. Y trinitarios son también los miembros de una banda que ha llevado la intranquilidad y la violencia al Liceo Federico Henríquez y Carvajal, en Los Alcarrizos, donde la Asociación de Padres y Amigos del liceo han pedido el auxilio de las autoridades policiales para hacerle frente.

Es evidente que eso no fue lo que nos enseñaron en la escuela sobre los trinitarios y su fundador, el patricio Juan Pablo Duarte y Diez, que nunca entendería, aunque se lo explicáramos cuchumil veces, cómo el ideal que los inspiró se corrompió de esa manera y mucho menos porqué lo permitimos.