Washington. El presidente Donald Trump abandonó las negociaciones el jueves y exigió una votación decisiva en la Cámara de Representantes en torno al proyecto de ley sobre seguros de gastos médicos, o de lo contrario dejará el Obamacare tal como está y seguirá adelante con otros asuntos si los sufragios del viernes le son desfavorables.
La arriesgada maniobra, en parte amenaza y en parte apuesta, fue presentada a los legisladores republicanos a puerta cerrada el jueves por la noche tras un largo e intenso día en el que se desechó una votación que se tenía planeada sobre la propuesta, luego de que a ésta le seguían faltando los sufragios necesarios para ser aprobada en medio de negociaciones en cascada entre legisladores conservadores, moderados y otros.
Al final de todo ello el presidente dijo que ya tuvo suficiente y está listo para que se efectúe la votación y seguir adelante, sea cual sea el resultado, les dijo Mick Mulvaney, director presupuestal de Trump, a los legisladores.
«‘Las negociaciones han terminado; nos gustaría que la votación se lleve a cabo mañana y resolvamos esto por el bien del pueblo estadounidense’. Eso fue lo que dijo», declaró el representante Duncan Hunter de California al salir de la reunión, en un resumen del mensaje de Mulvaney a los legisladores.
«Votemos», afirmó Steve Bannon, estratega en jefe de la Casa Blanca, al salir.
Por su parte, Paul Ryan, el presidente de la Cámara de Representantes, declaró: «Durante siete años y medio le hemos estado prometiendo al pueblo estadounidense que revocaremos y reemplazaremos esta ley ineficaz porque está viniéndose abajo y le está fallando a las familias, y mañana lo haremos».
Ryan se alejó sin responder a las preguntas de los reporteros sobre si se cuenta con los suficientes votos para que el proyecto de ley sea aprobado.
Es imposible pronosticar el desenlace de la votación del viernes. Tanto los legisladores conservadores como los moderados habían afirmado que, tras un largo día de negociaciones, la propuesta carece de los sufragios suficientes para ser aprobada. Pero la Casa Blanca parecía estar lista a apostar a que la perspectiva de no lograr revocar la ley de seguros de gastos médicos implementada por el expresidente Barack Obama, tras siete años de prometer hacer justamente eso, forzará a los legisladores que se oponen a unirse a las filas del «sí».