El lunes 11 de marzo, Donald Trump solicitó un aplazamiento de su primer juicio penal, cuyo inicio está previsto para el 25 de marzo en Nueva York. Se trata de su imputación en el caso del dinero de campaña pagado para comprar el silencio de la actriz porno Stormy Daniels. Los abogados del expresidente consideran que este juicio no puede comenzar hasta que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre su petición de inmunidad.
De los cuatro juicios penales que amenazan a Donald Trump, este es el único que aún no ha sido aplazado, y sus abogados acaban de presentar una moción ante un juez de Manhattan para aplazarlo sine die.
La campaña de Trump está haciendo todo lo posible para que ningún juicio comience antes de las elecciones presidenciales. Su argumento es sencillo: este caso sobre los 130.000 dólares pagados para comprar el silencio de una actriz porno no puede comenzar hasta que el Tribunal Supremo se haya pronunciado sobre la inmunidad presidencial que reclama Donald Trump.
El magnate, de 77 años, niega cualquier relación sexual extramatrimonial con la actriz, cuyo nombre real es Stephanie Clifford.
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¿Inmunidad total?
El expresidente ya ha utilizado este argumento para retrasar su juicio principal. El juicio por su papel en el ataque al Capitolio del pasado 6 de enero, cuya fecha también depende de esta decisión del tribunal supremo. Donald Trump cree que se beneficiaría de una inmunidad total por todas sus acciones como presidente. Un primer tribunal de apelación ya rechazó este argumento.
Pero el Tribunal Supremo ha decidido estudiarlo, y sus audiencias no se abrirán hasta el 25 de abril, un mes después de la fecha en la que está previsto que comience el juicio en Manhattan. Se espera que el juez anuncie a finales de esta semana si acepta o no la solicitud de aplazamiento.