Desde la fundación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en 1959, fue una norma no escrita que la presidencia de dicha institución debía ser asumida por un latinoamericano. El expresidente norteamericano, Dwight Eisenhower así lo defendió en un discurso en la ONU en 1958. Donald Trump quiere ahora tirar por la borda esta norma, presentando a un norteamericano a la presidencia del BID.
Doy cabida en este artículo a la declaración que la semana pasada dieron a conocer varios expresidentes latinoamericanos sobre este asunto. Dice así:
“Ante el anuncio hecho por el gobierno de Estados Unidos de nominar para la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a un candidato de ese país, deseamos manifestar nuestra profunda preocupación y desacuerdo con tal propuesta. Ella implica una ruptura de la norma no escrita, pero respetada desde su origen, por la cual el BID, por razones, entre otras, de eficiencia financiera, tendría su sede en Washington, pero a cambio siempre estaría conducido por un latinoamericano. Este fue el espíritu del compromiso del propio presidente Eisenhower en su discurso en las Naciones Unidas en agosto de 1958 cuando dijo: para que esta institución tenga éxito, la función de liderarla debe pertenecer a los países latinoamericanos”.
“Esta no es sólo una cuestión de alteración protocolar. Es un quiebre, con obvias derivaciones políticas, en el quehacer de uno de los instrumentos más eficaces para la convivencia hemisférica. El BID llevo´ adelante su tarea desde 1960 con diligencia y alta comprensión de las condiciones de la región y las diversidades en su desarrollo. Así´ lo han hecho sus distintos presidentes: el chileno Felipe Herrera (1960-1970), el mexicano Antonio Ortiz Mena (1970- 1988), el uruguayo Enrique Iglesias (1988-2005), y el colombiano Luis Alberto Moreno, del 2005 a la fecha. A su vez, siempre la vicepresidencia ha estado en manos de un ciudadano de Estados Unidos”.
“El nombramiento propuesto de un ciudadano norteamericano en el BID no anunciaría buenos tiempos para el futuro de la entidad, lo que nos lleva a expresar nuestra consternación por esta nueva agresión del gobierno de los Estados Unidos al sistema multilateral basado en reglas convenidas por los países miembros. Respetuosamente exhortamos a los otros socios del BID a oponerse a la acción emprendida por el gobierno de los Estados Unidos, recordando que se han planteado alternativas de la región en una decisión que reclama hacerse con ponderación y realismo”.
“No es hora de complicar aun más el difícil episodio que América Latina y el Caribe enfrentan debido a la pandemia y sus gravísimas consecuencias económicas y sociales. Con esta propuesta, se levanta otro muro en la forma de entender la relación de Estados Unidos con el resto del continente. Aún es tiempo de hacer ver, con argumentos y determinación, la alta inconveniencia de aceptar la imposición pretendida por el gobierno de los Estados Unidos”.
Fernando Henrique Cardoso, Ricardo Lagos, Julio María Sanguinetti, Juan Manuel Santos, Ernesto Zedillo
18 de junio de 2020