Washington, EE.UU. El candidato presidencial republicano Donald Trump presentó hoy un duro plan migratorio tras advertir de que, si es elegido para ocupar la Casa Blanca en las elecciones de 2016, deportará a todos los inmigrantes indocumentados de EE.UU.
En un documento de seis páginas titulado “Reforma migratoria que hará grande a América de nuevo”, Trump, que ha revolucionado contra todo pronóstico la campaña electoral con su estilo provocativo, subraya que “una nación sin fronteras, no es una nación».
A partir de esa premisa, el magnate inmobiliario, famoso también por presentar el programa televisivo “The Apprentice” (“El aprendiz»), defiende la construcción de un muro en la frontera sur con México para taponar los flujos de inmigración clandestina.
“México debe pagar el muro”, precisó Trump, al alegar que “los líderes de México se han aprovechado de EE.UU. al usar la inmigración ilegal para exportar el crimen y la pobreza de su propio país (al igual que en otros países latinoamericanos)”, hecho que ha supuesto un coste “extraordinario” para el contribuyente estadounidense.
Hasta que México se haga cargo del gasto, un Gobierno presidido por el millonario “confiscará todas las pagos de remesas derivadas de sueldos ilegales” y, entre otras medidas, “incrementará los precios de todos los visados temporales de primeros ejecutivos y diplomáticos mexicanos (y, si fuera necesario, los cancelará)».
Asimismo, el candidato republicano contempla “acabar con el derecho a la ciudadanía por nacimiento”, estipulado en la Decimocuarta Enmienda de la Constitución, que “continúa siendo el mayor imán para la inmigración ilegal».
Trump también promete “triplicar” el número de funcionarios de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), que cuenta con unos 5.000 empleados, y endurecer las penas para los “millones de personas que vienen a EE.UU. con visados temporales, pero se niegan a marcharse».