Donald Trump saboreó ayer el triunfo de las elecciones en privado y desde lo alto de su Trump Tower en Manhattan, mientras Estados Unidos se pregunta qué tipo de presidente será el millonario, coronado entre la rabia de la clase trabajadora y la sorpresa de la élite política.
Mantuvo reuniones privadas con su asesores más cercanos, llamó a su familia, a sus seguidores y conversó con su compañero de fórmula, Mike Pence, el gobernador republicano de Indiana que se convertirá en el nuevo vicepresidente de EE.UU. y en la persona encargada de asumir el mando del país si el presidente dimite o muere. La transferencia de poderes entre el Gobierno de Barack Obama y el de Trump comenzará ya mismo, pues el millonario empezará a recibir los mismos resúmenes con información militar y de inteligencia que el presidente actual, según informaron fuentes del Departamento de Defensa. Hasta que asuma el poder el 20 de enero, Trump se reunirá con altos funcionarios del Gobierno actual en Nueva York y también en una gran oficina en Washington, abierta de manera provisional. En su brillante rascacielos de Manhattan, custodiado por policías y agentes del servicio secreto, Trump recibió hoy al presidente del Comité Nacional Republicano (RNC), Reince Priebus, quien aplaudió una “victoria histórica” al nivel del expresidente Ronald Regan. Durante la campaña presidencial, Trump se ha reivindicado como el heredero de Ronald Reagan, quien gobernó EE.UU. entre 1981 y 1989 y está considerado como el autor de una “revolución conservadora” por devolver la Casa Blanca a los republicanos y teñir el mapa político del país de rojo (el color de los conservadores).
El Congreso.- Trump dirigirá el país con el teórico apoyo de un Congreso dominado por su partido que podría aprobar leyes cruciales, a la luz de los resultados de las elecciones del martes. Con algunos resultados aún pendientes, los republicanos cuentan con 238 escaños en la Cámara baja, frente a 193 de los demócratas; mientras en el Senado poseen 52 asientos, por 47 del otro partido. “Quiero felicitar a Donald Trump por su increíble victoria”, afirmó el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, quien ocupa el tercer cargo político más importante del país.
“Donald Trump liderará un Gobierno republicano unido”, subrayó hoy Ryan, quien ha sido muy crítico con el magnate por su talante polémico . “Estamos deseando trabajar mano a mano con el nuevo Gobierno para impulsar un programa que mejore la vida del pueblo estadounidense”, agregó Ryan en una rueda de prensa en su estado de Wisconsin. El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, quien marcó siempre distancias con un “forastero” de la política como Trump que desafió al aparato del partido, también se congratuló por la “histórica elección” del empresario. “Después de ocho años de la Administración de (Barack) Obama, el pueblo estadounidense ha elegido una nueva dirección para nuestra nación.