Estados Unidos. El presidente Donald Trump visitó Florida este jueves para constatar los daños causados por el huracán Irma, mientras autoridades investigan la muerte de ocho residentes de un asilo de ancianos que se quedó sin electricidad por el paso de la tormenta.
Si estas víctimas se suman oficialmente a la cifra de muertos por Irma, el balance provisional queda en 20 fallecidos en Florida y unos 40 en el Caribe. El fallecimiento de los ancianos, informado el miércoles, demuestra la urgencia de restaurar el fluido eléctrico a millones de personas a lo largo de este estado del sur de Estados Unidos.
Un punto que reafirmó Trump este jueves. «Vimos la devastación y desgraciadamente continuaremos viéndola», admitió a su arribo a Fort Myers, en la costa oeste de Florida, la zona más afectada por la tempestad.
Trump sobrevoló luego en helicóptero las zonas inundadas y de viviendas dañadas en Naples, un balneario elegante seriamente afectado por Irma. Acompañado por su esposa Melania y por el vicepresidente Mike Pence, el mandatario recorrió algunas calles de la ciudad saludando a los residentes a su paso y accediendo a tomarse selfies con ellos.
Junto a voluntarios participó luego en la distribución de víveres a los damnificados. «Lo más duro es no tener ni agua, ni electricidad y no saber cuándo volverá», confió a la AFP Stasia Walsh, una septuagenaria de Naples cuya vivienda fue gravemente dañada.
La visita fue realizada cuando quienes evacuaron Florida antes de la llegada de Irma luchan por volver a sus hogares, con decenas de miles de técnicos trabajando contrarreloj para devolver la electricidad a millones de usuarios. «Hay más técnicos en electricidad en este estado, creo, que el que se haya acumulado jamás en cualquier parte del mundo», dijo el mandatario. «Están avanzando mucho más rápido que lo planeado, mucho más», afirmó.
Evacuación en casa de retiro.
El gobernador de Florida, Rick Scott, dijo estar «absolutamente descorazonado» al saber de la muerte de los ancianos de una casa de retiro en Hollywood, en el norte de Miami. Unos 115 residentes de la casa de retiro fueron evacuados a un hospital cercano, algunos con signos de deshidratación y otros problemas relacionados con el calor, por la falta de aire acondicionado debido a los cortes de energía.
En la zona se registran temperaturas superiores a 30ºC y una sofocante humedad. Tres de los fallecidos tenían más de 90 años y la víctima más joven 70, según las autoridades. Scott exigió «respuestas sobre cómo se produjo esta tragedia» y pidió que los servicios de emergencia «verifiquen inmediatamente (…) que las residencias de ancianos y los establecimientos de vida asistida son capaces de garantizar la seguridad de sus residentes».
Residentes de Florida que atendieron los llamados de evacuación antes de la llegada de la tormenta enfrentaban grandes embotellamientos para volver, tras pasar días en refugios o en casa de amigos o familiares. Por Irma, que tocó tierra el domingo en los Cayos de Florida como huracán categoría 4, fueron llamadas a evacuar más de seis millones de personas.
Al menos una cuarta parte de las casas de los Cayos quedaron destruidas, según la FEMA, que también apuntó que 65% de las construcciones sufrieron algún daño en estas islas con unos 70.000 habitantes. La actividad económica se recupera gradualmente. El tráfico en el aeropuerto de Fort Lauderdale registraba el jueves «un mínimo de retrasos», mientras que el de Miami debía retornar a su ritmo normal hacia el fin de semana.
Macron en el Caribe.
En el Caribe, el presidente francés Emmanuel Macron viajó el miércoles a San Bartolomé tras visitar San Martín, ambos territorios de ultramar, para defender la acción de su gobierno ante la tragedia y prometió fondos adicionales para garantizar un pronto «retorno a la normalidad» para estas dos islas arrasadas por Irma la semana pasada.
Francia, Gran Bretaña y Holanda han sido criticados por la gestión en sus territorios caribeños azotados por la tormenta. Habitantes de las islas se quejan de problemas de seguridad y por la escasez de comida, agua y la falta de electricidad.
El ministro de Relaciones Exteriores británico, Boris Johnson, visitó las Islas Vírgenes británicas y Anguila el miércoles y también destacó el «compromiso absoluto» con sus ciudadanos. Mientras el rey de Holanda, Guillermo Alejandro, también estuvo en el lado holandés de San Martín, isla compartida con Francia. Pero la temporada de huracanes no terminó.
El huracán Max se aproximaba el jueves a la costa de México en el Pacífico, con vientos de 120 km/h, según el Centro nacional de huracanes (NHC) estadounidense.