Ucrania acusó ayer a Rusia de haber atacado la segunda mayor central nuclear del país, en la región sureña de Mykolaiv, en tanto que las tropas ucranianas han cruzado el estratégico río Oskil y se acercan ya por la orilla izquierda a la provincia de Lugansk, que el Kremlin dio por tomada en julio.
“Rusia pone en peligro a todo el mundo ¡Tenemos que parar esto antes de que sea demasiado tarde!”, señaló el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en su cuenta de Telegram.
Advertencias a Europa para que actúe
El ministro ucraniano de Energía, German Galushchenko, advirtió a su vez a Europa de que, de haber un “invierno nuclear” por los ataques rusos contra instalaciones atómicas ucranianas, entonces “el problema de los elevados precios eléctricos ya no será relevante». “Si bien no es demasiado tarde y una catástrofe nuclear es solo una amenaza, ¡debemos detener a Rusia!”, recalcó él también.
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En lo que es el último episodio de bombardeos en el territorio de una planta atómica de Ucrania tras los numerosos ataques contra la militarizada central de Zaporiyia, pasada la medianoche un misil Iskander cayó a 300 metros de la Planta Nuclear Sur de Ucrania, según la empresa estatal Energoatom.
El ataque produjo un breve corte de electricidad y una de las unidades de la central hidroeléctrica Oleksandrivska, que forma parte del complejo energético del sur de Ucrania, se apagó.
Los tres reactores de la Planta Nuclear Sur -visitada por el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) en marzo- operan con normalidad, dijo Energoatom.
Horas después del ataque en Mykolaiv, Zelenski escuchó en Kiev en una reunión con del Estado Mayor del Comandante en Jefe Supremo los últimos informes sobre la situación en el frente.